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En la estación de buses corría un viento muy agradable, por lo que el calor no era tan intenso y estar quince minutos esperando por Taehyung no era tan insoportable. Supuestamente, él llegaría a las once y media, pero ya iban a ser las doce, y nada. Jungkook se estaba hartando, la paciencia no era su fuerte.

Diez minutos más pasaron, y Jungkook juró que si Tae no llegaba en cinco minutos lo dejaría botado, pero él sabía que no era capaz de hacerlo.

—¡Kookie! —exclamó una voz haciendo que despegara la mirada del estúpido juego del celular.

—¡TaeTae! —Jungkook se paró de la silla y corrió al encuentro del mayor.

Cuando estuvieron frente a frente Taehyung lo elevó en sus brazos por un segundo y luego le besó los labios casi con desesperación. Sorprendido, Jungkook no reaccionó por un milisegundo, pero al sentir la presión de los labios ajenos, respondió tal y como estaba acostumbrado; posó sus brazos por detrás del cuello de Taehyung y siguió sus movimientos.

Enredados en su propio mundo, no se daban cuenta de que la gente a su alrededor los miraba fijamente, con curiosidad, ternura o incluso asco.

—¿Por qué me haces esto? —susurró el menor cuando se separaron.

Jungkook en serio quería que ellos normalizaron su relación, o eran amigos, o eran novios, no podían estar en el maldito punto intermedio. No era sano.

Taehyung le acarició el rostro con ternura. —Porque te extrañé mucho, Kookie.

Ahora el turno del castaño de tirar todo a la basura. Tomó la mano del mayor y la llevó a su boca para dejar un beso ahí.

—También te extrañé, TaeTae.

Caminaron de la mano hacia la parada de buses para ir directo a la casa del castaño, Taehyung después saludaría a su familia, primero quería pasar el día, y tal vez la noche, con Jungkook.

—¿Tuviste clases hoy? —inició la conversación el pelirrojo.

—Yep, inglés y después fui a la academia de baile.

—O sea que viste al profesor caliente —supuso con una sonrisa de picardía.

—¡No lo llames así! Sí, lo vi —Jungkook se sonrojó—. Se veía bien.

Taehyung lo abrazó por la espalda y le besó el cuello mientras caminaban, provándole cosquillas al menor.

—Uhm, ¿y has visto al modelo?

—No.. quería que nos viéramos mañana, pero le dije que no porque este fin de semana venías tú —Jungkook se volvió para besarlo.

—Me siento halagado, cielo —respondió el mayor cuando se separaron para respirar.

Después de unos segundos se dieron cuenta de que el bus que les servía se había ido.

—Y.. tendremos que esperar a que pase el siguiente, como en quince minutos —se lamentó Jungkook.

—No importa, así podemos regalonear* un poco más antes de ver a tu mamá.

—¿Te quedarás en mi casa?

Hace un año que Taehyung no iba a dormir al hogar del castaño, ya que raramente viajó el primer que año que se fue de la ciudad, además querían imponer cierta distancia en su relación, que había terminado definitivamente.

—¿Puedo? —a pesar de todo, Taehyung se encontraba igual de confundido en su accionar, no estaba seguro de lo que hacía o decía.

—Obvio —dijo Jungkook suavemente—. Ha pasado un tiempo... Mi mamá estará todo el fin de semana en la casa, creo.

Una Pareja Moderna [Namjin x Jungkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora