La claridad del amanecer se filtró por las cortinas púrpuras del cuarto en donde dormían Seokjin y Jungkook. Éste último despertó sobresaltado porque sintió una cálida respiración en su cuello y un brazo posado sobre su cintura.
La primera reacción del castaño fue entrar en pánico; ¿dónde estaba? Más importante aún, ¿con QUIÉN había pasado la noche? Luego de unos segundos de confusión recordó todo lo que aconteció en la velada anterior y se ruborizó.
También comenzó a excitarse.
Jungkook se volvió con cuidado, no quería despertar al mayor. Miró su rostro y quedó embobado, ¿cómo un ser humano, común y corriente, podía ser tan bello? Sin duda, el rostro de Seokjin estaba perfectamente proporcionado, excepto por sus gordos labios, que lo hacían lucir muchísimo más tentador.
Hablando de gordo, recordó con claridad como el miembro de su mayor lo había llenado completamente anoche, como ese grueso pedazo de carne había entrado en él lentamente, haciéndolo sentir pleno. Sumido en sus lujuriosos pensamientos no percibió que su acompañante se había despertado.
Seokjin sabía que el menor estaba despierto, así que despacio movió su mano, trazando con suma delicadeza su figura. Las curvas de Jungkook lo volvían loco de deseo; quedó maravillado con los huesos de su cadera, con sus marcados abdominales y su lindo traserito, que aunque era pequeño, acogía perfectamente su hombría.
Sin decir palabra alguna, el pelinegro se posó sobre el cuerpo de Jungkook y comenzó a besarlo de manera ardiente, tomando su labio inferior con los dientes y adentrando su lengua en la boca del menor.
Buscó los condones que habían quedado de la noche anterior y llevando dos de sus dedos a la boca de Jungkook, ordenó:—Chupa.
Soltando un gemido, el castañito obedeció lo que le fue dicho. Dándole su total atención a lo que tenía en su boca, llenando los dedos de saliva.
Después de unos cuantos segundos en los que Jin lo miró embobado, éste llevó sus dedos a la entrada del menor, dilatándolo poco a poco. Cuando notó que Jungkook estaba listo para él, cubrió su erecto pene con un preservativo y entró palmo a palmo en él.
—Umg-g hyung-ung
Haciendo caso omiso de los gemidos del chico, Jin comenzó a dar estocadas lentas y profundas, las que hacían que Jungkook rogara por más. Pero él no iba dárselo, quería disfrutar lo máximo que pudiera al lado del jovencito.
Necesitaba follarlo despacio, suavemente, y sentir cada centímetro de sus cuerpos tocándose, no quería que quedara ningún espacio entre ellos.
Seokjin succionó la piel que se encontraba en el cuello de Jungkook hasta dejar rojo el lugar, con satisfacción pensó cuan bien el castañito luciría esas marcas o como se las ingeniaría para ocultarlas.
El placer que sentía Jungkook era indescriptible, su cuerpo estaba en llamas. Sabía que se aproximaba un orgasmo espectacular, estaba desesperado por ello.
—Hyung, me voy venir —jadeó el menor.
—Lo sé, bebé —contestó Jin besándolo —. Puedo sentir como me aprietas.
A cada minuto la velocidad de las embestidas del pelinegro aumentaban, estableciendo un ritmo frenético. Y Jungkook, soltando un delicioso grito, se vino justo cuando Seokjin tomó su pene para que la eyaculación del menor quedara atrapada en su mano.
Saliendo de encima de Jungkook, el mayor lamió cada uno de sus dedos cubierto con la sustancia blanca, se quitó el preservativo y lo botó en el basurero que estaba al lado de la cama, y que la noche pasada no notó allí.
—No te viniste —comentó incrédulo el castaño mirando el hinchado y necesitado miembro.
—Nop.
—¿Hice algo mal?, ¿no te gustó...?
—Nada de eso Jungkook —cortó Jin mirando la expresión desilusionada del chico.
—¿Entonces qué?, ¿por qué no llegaste al orgasmo?
—Estoy esperando a que vengas aquí y me la chupes.
—Oh.
La cara de Jungkook era una mezcla de alivio, porque confirmó que Seokjin si lo deseaba, y vergüenza, porque el mayor era demasiado directo y nunca sabía que esperar que saldría de su boca cuando hablaba.
Jin se acostó boca arriba, dejando a Jungkook sumido en sus pensamientos.
—¿Te pasa a menudo?
—¿Eh?, ¿de qué hablas? —respondió con otra pregunta el menos, saliendo de su letargo.
—Que estás mirando a la nada, con los ojos un poco desorbitados... como en shock—. Jungkook se puso, literalmente, del color de un tomate maduro. No podía creer que le haya pasado eso, precisamente junto a Jin, quería salir huyendo de ahí.
Seokjin le lanzó una mirada que no pudo interpretar correctamente. Pensó que era impaciencia, así que se puso manos (o boca) a la obra.
Esperando hacerlo mejor que la primera vez, lamió el erecto miembro desde la base hasta la punta, prestándole especial atención a las venas que se marcaban. Tomó el glande del mayor en su boca, succionando y ahuecando sus mejillas a medida que su cavidad era llenada. No quería meterlo hasta el fondo, pues comenzar a vomitar mientras daba un mamada no era para nada sexy.
Le impresionó que Jin no lo presionara, solo lo dejara hacer lo que estimara conveniente. No le dio instrucciones, no le tomó el cabello, lo que lo hizo mirar hacia arriba, para comprobar si su hyung lo estaba gozando o no.
Jin tenía los ojos cerrados y sus manos estaban aferradas fuertemente a las sábanas, se encontraba en extremo estimulado, podía sentir como su orgasmo se acercaba. Por cosas del destino, abrió los ojos segundos después de que Jungkook lo observara, y ver al chico prácticamente atragantado con su miembro y las mejillas teñidas de un lindo rojo, lo envió cerca del borde.
El menor percibió como el miembro en su boca se hizo más grande e intuyó que pronto un líquido blanco llenaría su garganta.
Pero eso no sucedió porque Seokjin le dijo: —Quítate, por favor.
Aunque confundido por las palabras del pelinegro, hizo lo que le pidió.
Seokjin tomó su pene en sus propias manos y lo acercó a la cara de Jungkook, después de pararse arriba de la cama.
—Cierra los ojos —dijo el mayor con la voz ronquísima. Se sintió muy complacido al ver como el entendimiento iluminaba los ojos de Jungkook,quien además de hacer lo que se le dijo, también abrió la boca.
Después de cinco jalones a su pene, finalmente Seokjin se vino, manchando la cara del menor en el proceso. Las mejillas del chico estaban cubiertas de semen, así como su lengua y su frente.
Seokjin quedó impresionado, en verdad tenía muy buena puntería puesto que no ensució el pelo del castañito.
—Ese es mi bebé —susurró muy despacio, al ver que Jungkook tragaba todo lo que cayó en su lengua y labios, y lo que no, lo recolectaba con sus dedos e igualmente lo llevaba a su boca.
Exhaustos y rendidos, ambos se cubrieron con una delgada sábana blanca y volvieron a dormirse.
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Cuando Namjoon entró a la casa que compartía con Seokjin lo que menos esperaba era ver a un jovencito recostado plácidamente sobre el pecho desnudo de su novio.
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Una Pareja Moderna [Namjin x Jungkook]
Fanfic[RESUBIENDO] Donde Seokjin y Namjoon son novios desde hace años, pero de la nada llega Jeon Jungkook a desordenar todo su mundo. -- namjin x jungkook = namjinkook -- parejas secundarias -- poliamor. -- lenguaje explícito y contenido adulto Namjoo...