MI BLANCA ESPERANZA [LORICOLN]

CAPÍTULO 7: UN NUEVO OBJETIVO PARA LINCOLN

Disfrútenlo muchas gracias!!..

Luego de que Lincoln dejó a su hermana mayor dormida en su habitación, este se dirigió a la suya para poder pensar en todo lo que le había confesado.

Ahora nos vamos a ver a Lincoln que se encontraba en su cama, sentado, mientras su cabeza la tenía sostenida con sus manos...

—¿Pero qué hice? ¿Lincoln Loud qué acabas de hacer? ¡Lo lamento, Lori! No debí haberte obligado a decirme lo que te pasaba, de verdad, lo lamento, soy un pésimo hermano —cerró sus ojos—. Rayos, aún puedo escuchar sus llantos.

Lincoln en ese momento miró el techo y pensó...

—Pero, Lori me dijo que ella, ¿Ella no podía tener hijos?, ¿Qué, es infértil? Dios, eso tuvo que ser un golpe bastante duro para ella —pensó.

Lincoln en ese momento tomó su celular y comenzó a investigar en San Google sobre el asunto por el cual estaba pasando su hermana.

—Infertilidad en una mujer —leyó la información que el celular le proporcionó—. La Infertilidad es un término que los doctores utilizan cuando una mujer no puede quedar embarazada después de haberlo intentado por lo menos en un año y sin resultados —dijo el peliblanco—. Existen varios factores para que una mujer sea infértil, las principales causas para que ocurra la infertilidad femenina son: problemas físicos, problemas hormonales; genética familiar, estilo de vida o factores ambientales.

El peliblanco levantó una ceja, ya que resultaba algo IRÓNICO que Lori esté pasando por esa situación de no poder tener hijos, a diferencia de su madre, que literalmente tuvo más de los que debería.

No obstante, esa ironía no era de aquellas que provocaban gracia.

—¿Qué? ¿Genética? ¿Estilo de vida?. ¡Pero si mamá tiene una perfecta salud y nos tuvo a todos nosotros. Y papá también, no creo que por este lado Lori haya quedado así. Es..., algo muy raro.

Lincoln buscó de nuevo, cualquier cosa que le permita ayudar a su hermana.

—¿Existe alguna forma de curar o tratar la Infertilidad? —preguntó el peliblanco a San Google, y la respuesta le hizo sentirse peor— No existe alguna cura o tratamiento médico posible para poder restaurar el sistema reproductor femenino.

En ese momento Lincoln sintió un fuerte sentimiento de impotencia y enojo al no poder hacer nada por su hermana, literalmente.

—Rayos, maldita sea —arrojó su celular a la cama—, no es posible que no exista alguna maldita cura, ¿En qué gastan nuestro dinero los políticos y gobernantes? —se preguntó Lincoln a sí mismo, muy molesto al leer el resultado de la búsqueda.

Lincoln se arrimó a la pared, sintiéndose fatal, muy, muy fatal por haber obligado a su hermana a qué le diga lo que le pasaba, y de que manera, y también se sentía muy mal porque no podía hacer absolutamente nada para ayudarla en esos duros momentos, aunque quisiera, no podía.

—De verdad, lo lamento mucho hermana —cerró sus ojos—. Aún puedo ver tu cara llena de lágrimas Lori, ¡Rayos! Leni, Luna, Luan, Lynn ¿Dónde están cuando más las necesito? —se dijo a sí mismo—, no sé qué hacer ¡De verdad no sé qué hacer! Lori quiero ayudarte, pero no puedo.

Justo en ese momento un mensaje llegó al celular del albino.

Mensaje de Max...

—¡Ey, Lincoln! ¿Sigues ahí?.

—Hola, Max, sí aquí estoy ¿Sucedió algo? —preguntó el peliblanco.

—Pues te tengo una genial noticia amigo —escribió Max.