MI BLANCA ESPERANZA [LORICOLN]

CAPÍTULO 14: TODO POR ELLA...

Disfrútenlo muchas gracias!!.

Ahora nos vamos a ver a nuestro gran y querido amigo Bobby Santiago, el cual se encontraba en una cantina, acompañado de dos colegas de su trabajo.

Ya era casi media noche, y Bobby se encontraba ahogando sus penas en su licor favorito —Un Boulevardier de mis cócteles favoritos— mientras no dejaba de observar su vaso pensando en su amada Lori, y en lo mal que ella tuvo que haberse sentido cuando este lo abandonó de una forma tan cruel.

Steven2: ¡Pero si la trataste peor que un animal al enterarse de eso, era OBVIO que iba a sentirse mal animal del monte!

Sus colegas, al ver como Bobby miraba su vaso y de vez en cuando dándole uno que otro sorbo, decidieron tratar de levantarle el ánimo...

—Oye Bobby, ¿Pero qué te sucede? Desde que ingresamos a esta cantina, no has dejado de tener esa cara de melancolía —dijo uno de sus colegas, terminando ya su quinto vaso.

Bobby soltó un suspiro de lo más deprimente...

—Ustedes ya saben la razón por la que me encuentro así —respondió Bobby.

—¡Oh, por favor! ¿No me digas que aún sigues pensando en tú jeje..., ex mujer?. ¿Aún no puedes olvidarla, Bobby? —preguntó otro de sus colegas. Miró a Bobby con una sonrisa llena de burla, pues le parecía patético su actuar después de lo que hizo.

—Así es, no puedo dejar de pensar en ella, créanme que estoy muy pero muy arrepentido de haberla corrido de mi vida, sin ella... —se cubrió su rostro—. Sin ella, mi vida no tiene sentido, ella era esa fuerza que me impulsaba casa día a seguir adelante.

Uno de sus colegas le miró con pena, aunque bueno en realidad era difícil tenerle lastima después de lo que hizo con Lori.

—Bobby, en verdad me da mucha pena tu caso pero, la culpa es tuya. Tú solo perdiste a tú mujer, y todo por tratarla de esa manera, aún me cuesta trabajo creer que..., no solo la hayas tirado a la basura, si no que incluso..., llegastes a golpearla.

—¡Lo sé! ¡Lo sé muy bien!, Fuí un grandísimo imbécil en ese momento, y me odio por lo que le hize a Lori, como desearía que Lori estuviera en frente mío. Soy capaz de arrodillarme delante de ella para que me perdone, porque..., ¡Yo en verdad la extraño mucho!.

Bobby en ese momento se tomó su trago de un solo sorbo y dijo casi, soltando lágrimas...

—No sabes cuánto te extraño, mi vida —dijo Bobby, mirando a la nada prácticamente.

—¡Jajajaja! ¡Roberto Santiago, eres el hipócrita más grande que he conocido en toda mi puta vida jajaja! —dijo uno de sus colegas quién se tomó su trago de un solo sorbo.

—Oye, Jake, no te burles de Bobby...¿Acaso no ves que el pobre está sufriendo? —preguntó el otro tipo.

—Si Jake, ya deja de decirme eso que me siento muy mal, ¿Acaso no ves que sufro por haberle hecho eso a Lori, ¡A mí Lori!.