MI BLANCA ESPERANZA [LORICOLN]

CAPITULO 28: UNA DURA DESPEDIDA (PARTE 3).

Disfrútenlo muchas gracias!!.

La mañana había llegado a Royal Woods, y con eso, la decisión que nuestros protagonistas deberían tomar, si aceptar la propuesta de su amigo Max e irse a vivir a la ciudad de San Luis en Misuri, o no aceptarla su oferta y quedarse en Royal Woods o posiblemente irse a otro lugar.

Era una decisión difícil tanto para Lincoln como para Lori, en esa ciudad habían crecido junto con su familia, en esa ciudad conocieron buenos amigos que siempre los iban a apoyar no importa lo que pasara y en esa
ciudad también conocieron a su verdadero amor, a su compañero/a de vida, a su alma gemela, y tener que alejarse de su familia (aunque los odien en estos momentos) y de sus amigos, era algo sumamente triste.

Pero por otro lado, si no se iban de Royal Woods, no iban a ser felices, su relación nunca sería bien vista por las demás personas del lugar. Siempre los iban a tachar de enfermos y de monstruos incestuosos, y nunca iban a poder vivir en paz.

Ahora nos vamos a ver a Lincoln y a Lori los cuales se encuentran en una de las habitaciones que Max les había prestado para que pasen la noche y puedan descansar de todo lo ocurrido con su familia.

—Lori, cariño, yo creo que deberíamos de hablar de todo lo que ocurrió ¿No lo crees? No hemos podido hablar de lo que pasó —dijo Lincoln el cual se encuentra al lado de Lori sentado en la cama y con una mirada entre seria y triste.

—Si, tienes razón, Lincoln, es hora de que hablemos de lo que pasó, aunque..., está más que claro que ya sabemos a dónde iría está conversación —le respondió la jóven rubia.

—¿Qué piensas de todo esto mi amor? —preguntó el albino mirando con pena a su amada.

—Todo esto es una maldita pesadilla. ¡Una pesadilla de la cual literalmente quiero despertar, pero no puedo! No puedo —dijo Lori agachando su cabeza mientras sus ojos los cerraba con mucho pesar.

—Aunque duela aceptarlo, esto no es una pesadilla. Esto es la realidad, una triste y jodida realidad —dijo el albino aceptando que todo lo que vivían no era una simple pesadilla, si no la cruel realidad.

—Lincoln, aunque la pregunta sea obvia, ¿Qué haremos ahora?. ¿Qué haremos ahora que lo nuestro salió a la luz? —preguntó Lori.

—Yo creo que..., lo mejor que podemos hacer es irnos de Royal Woods, es muy triste pero; es la mejor decisión que podemos tomar, Lori. Aquí no vamos a vivir felices, eso dalo por hecho, ya para esta hora toda la ciudad debió de haberse enterado del escándalo que se armó en el restaurante de papá —dijo Lincoln sentándose más cerca de Lori colocándose prácticamente a su lado.

—¿Y a dónde iríamos, Lincoln?. No tengo ningún otro lugar a donde podamos ir y quedarnos —dijo Lori colocando su cabeza encima del hombro de Lincoln.

—Pues a eso voy, ¿Sabes algo? Max se ofreció a ayudarnos Lori, me lo dijo en la madrugada mientras tú dormías.

—¿Ayudarnos? ¿De qué manera nos quiere ayudar Max? —preguntó Lori.

—Max me dijo que nosotros podríamos ir a San Luis-Misuri, allá el tenía una casa en la podríamos quedarnos y vivir tranquilamente sin que nadie nos mire mal por nuestro amor. Dijo que nos regalaba esa casa jaja —dijo el albino mirando con una pequeña sonrisa a Lori la cual estaba sorprendida por lo que le había dicho su amado hermano.

—¿Qué? ¿Hablas en serio? ¿En serio Max nos quiere regalar una? ¿No es una broma? —preguntó Lori con sus ojos abiertos como dos platos, y es que en serio lo que escuchó fué totalmente inesperado.

—No, no es una broma, Lori, y tampoco te estoy mintiendo. Max me dijo que allá en San Luis tenía una casa que su papá le había dejado como herencia y él no sabía que hacer con ella, así que lo mejor para él es regalarnos esa casa en dónde podremos vivir.