Capitulo 9

49 4 0
                                    

Mi compañera de banco…

Capítulo 9

Llego el día, todos estábamos en la escuela, todos listos para un viaje de varias horas sobre un colectivo para llegar a nuestro destino, el viaje estaba separados en tres partes por así decirlo, saldríamos ahora, muy temprano en la mañana para estar todo el día de viaje y llegar cuando estuviera atardeciendo, luego pasaríamos todo un día y una noche en el hotel que habíamos pagado con la escuela y volveríamos al día siguiente, era una salida didáctica por así decirlo, iríamos cada uno con su curso y por fin llego el turno del nuestro y para no perder las costumbres de la vida… ¿Adivina quien estaba llegando tarde?  Así es, yo, llegue corriendo a la escuela con mi mochila a cuestas, sin embargo llegue a tiempo y con unos minutos de sobra para hablar con algunos amigos.

-Dios mío, pensé que no llegaría nunca.

-Menos mal que llegaste. –Respondió una ya más tranquila Antonella-

-¿En serio creíste que me perdería este viaje?

-No, pero como no llegabas…

-Aww Mi compañera se preocupa por mí. –Dije con la vos más dulce que pude-

-Sos un tonto cuando querés.

-Sí, lo sé. -Reí-

                            ----------------------------------------------------------------

-¡Alvaro! Pensamos que no ibas a venir.

-¿Te volviste loca Camila? No me perdería el viaje por nada.

-Mejor así, no sería lo mismo sin vos.

-Tampoco soy tan importante.

-No, pero sos divertido.

-Bueno, ya vamos subiendo al micro o nos  dejaran.

El viaje tenía toda la pinta de ser largo y aburrido, me senté junto a Antonella. –Como para variar- Pensé siendo un poco sarcástico, pero ella iba con su música a todo volumen y yo simplemente miraba por la ventana, veía el camino que dejábamos atrás, como cambiaba el paisaje cada tanto y ahora que lo pienso eso era lo único que hacía, aún en la escuela, miraba por la ventana como esperando a que pase algo que me saque de mi ya cotidiano aburrimiento.

Lo único que me molestaba era que el idiota de Juan no me sacaba la mirada de encima y comenzaba a molestarme, lo peor de todo es que él dice querer a Antonella pero casi ni le habla y aun así se pone celoso de que ella pase tiempo con otros chicos. Decidí dejar de pensar en estupideces y mejor dormir un rato, tal vez para cuando me despierte ya estaremos cerca de llegar al hotel pero mi hermoso intento de sueño se vio interrumpido por una maldita enana molesta que al parecer se había quedado sin batería y ahora si tenía ganas de hablar.

-Entonces, ¿Cuál es el plan, Alvaro?

-No tengo ni idea.

Al decir eso parece que la hice enojar y no pude contener la risa al ver su expresión de enojo en esa carita de muñequita que tiene.

-No te rías idiota, vamos, algo tenés que haber pensado.

-Em… Tenía pensado dejarlos a solas la noche de la fiesta.

-¿QUÉ CARAJO DECÍS?

-Creo que hable de más.

-¿ESTAS LOCO? ¿NO PENSABAS DECIRME? APENAS PUEDO HABLAR CUANDO ESTOY CON EL. ¿EN QUE ESTABAS PENSANDO?

-Esperaba que con el baile y la música se dejaran llevar por la noche...

-¡Estás loco pendejo!

-Tal vez lo esté un poco. –Reí por lo bajo-

Después de eso no hablamos de nada importante y entre pavada y pavada de repente, sin darnos cuenta estábamos llegando al hotel, ya era un poco tarde por lo que cada uno recibió las llaves de su habitación, las cuales eran compartidas, obviamente las de los chicos separadas de las chicas y la triste agonía fue que todas las habitaciones estaban llenas hasta el tope y mis amigos no se habían acordado de mí, por lo que armaron los grupos sin contarme y así fue como termine con una habitación entera para mí solo. Después de instalarnos bajamos al comedor del hotel donde cenamos y charlamos un rato, después de eso todos nos fuimos a dormir, ya que sabíamos que mañana sería un día bastante largo para nosotros.

-Buenas noches chicas.

-Adiós Alvaro. –Respondieron mis tres amigas al unísono-

Camine subiendo las escaleras hasta llegar a mi habitación y de camino a ella me encontré a mi compañera de banco sentada a mitad del largo pasillo.

-¿Por qué tan sola preciosa?

-No te sale hacerte el lindo.

-Si hubiera sido Juan me la juego a que no habrías dicho lo mismo.-Dije sentandome a su lado-

-¡C-cállate! ¡Idiota!

-Tranquila nadie nos escuchara. -Reí-

-No seas tan malo conmigo. –Dijo, con una cara muy tierna como para ignorarla-

-Ya, prometí no contarle a nadie. –Dije poniendo mi brazo alrededor de ella-

-Ya lo sé, pero igual…

-¿Qué? ¿Acaso no confías en mí?

-Sí, pero…

-Entonces no hay nada de qué preocuparse. -Sonreí-

Después de esa última frase la abrace y luego bese su frente, acto seguido me pare y me fui a mi cuarto, no sin antes desearle buenas noches, por supuesto.

                                -------------------------------------------

El maldito, condenado y odiado por todo el mundo despertador sonó, obligándome a levantarme, entonces mire por la ventana y el día parecía prometer poco, al menos para mis compañeros.

-Nublado. –Sonreí-   

Mi compañera de bancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora