Capitulo 14

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Mi compañera de banco…

Capítulo 14

-Entonces, se gustaban, vos sos amigo de la chica, que es la amiga de Sebastián.

-Sí.

-Ahora el tipo esta celoso, es un idiota y ¿por eso fue la pelea?

-Básicamente sí.

-¿Entonces te gusta la chica?

-No entendiste nada, amigos, somos amigos.

-Bien, son amigos y ¿por eso cagaste a piñas al chico que la molestaba?

-Em…  Bueno si, pero yo…

-¿Pero vos qué?

-Nada, dejémoslo acá y deja de apretarme con el hielo o me vas a sacar un ojo.

-Uh perdón, no me di cuenta.

Pasamos el resto de la tarde hablando del tema y yo intentando explicarle todo a mi mejor amiga a ver si de una vez por todas lograba entender la historia entera.

-Ahora si entendí

-No, si es que sos rubia…

-¡Hey, no soy rubia! ¡Es castaño claro!

-Me huele a tintura…

-Ah, sos estúpido, me caes mal, aléjate ser inferior.

-No seas tonta, si sabes que te amo.

-Si si, lo sé, yo también me amo, si soy hermosa.

-¿No te estarás pasando un poco, no?

-Bueno, un poquito sí. –Dijo riéndose fuertemente-

Después de unos minutos Valeria se fue dejándome solo en mi casa, decidí poner la música y empezar a preparar la comida, mamá no vendría hasta mañana y bueno, por mi parte mi estomago estaba matándome. Ya llevaba un buen rato cocinando, estaba a punto de comer cuando el timbre sonó, maldije a quien fuese que estuviera del otro lado de la puerta, deje el cucharon sobre la mesa, me limpie las manos y fui a abrir la puerta.

Me encontré con un familiar rostro al abrir la puerta y yo no estaba en mis más “presentables” condiciones para abrir, tenia puesta mi musculosa de siempre, unas bermudas y caminaba descalzo como siempre en mi casa, todo esto sin mencionar mis horribles marcas por la pelea de la tarde.

-Hey… Wow… ¿Qué haces acá tan tarde?

-Perdón no sabía donde más ir y lo único que se me ocurrió fue venir a tu casa.

-Sí, me di cuenta. ¿Está todo bien? ¿Pasó algo?

-No, todo está bien, pero necesito hablar con alguien. ¿Puedo pasar?

-Por supuesto. –Dije abriéndole el paso-

-Gracias…

-Antonella estás asustándome, ¿Podes decirme que pasó?

-El problema es mi familia.

Yo ya sabía que su familia no era muy estable y que peleaban seguido, pero nunca como para que ella se escapara de su casa, algo muy grande ocurrió.

-Bien, decime, yo te escucho.

Antonella me conto lo que había pasado, esta vez las cosas se habían salido de control, su primo había golpeado a una de sus hermanas, ella intento defenderla y salió lastimada también, cuando sus padres llegaron todo exploto, se había escapado dejando una nota sobre la mesa que decía “Nunca dormiré bajo el mismo techo que ese monstruo, es el o soy yo, de momento me iré hasta que todo se solucione”

-¿Y qué vas a hacer ahora?

-No sé, mi plan era… bueno… era…

-¿Sí?

-Quería saber si podía quedarme con vos…

-¿QUÉ? ¿ESTÁS LOCA?

-Si no se puede no hay problema, iré a algún hotel.

-¿Con que plata?

-Buen punto...

-Aghhh... –Dije soltando un suspiro- Si no hay de otra, podes quedarte.

-¿En serio me decís?

-Sí, ya que estamos…  

-¡Siiii! ¡Te prometo que no te vas a arrepentir! –Gritó abrazándome-  

-¡Wow! Cuidado que nos caemos. –Dije devolviendo el abrazo-

-¡Gracias gracias gracias gracias!

-Es lo menos que puedo hacer, ahora ven que ya esta lista la comida.

-Perfecto, me moría de hambre.

Mi compañera de bancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora