Mi compañera de banco…
Capítulo 8
Ya habían pasado tres meses y aún ninguno de los dos había dado el primer paso, sinceramente esta situación estaba empezando a molestarme un poco, pero tampoco me molestaba mucho ya que había logrado hacer varios amigos en la escuela, lo cual me distraía bastante de todas las cosas malas que pasaban.
-¿No te interesa?
-Sí, pero me da miedo.
-¿Miedo de que?
-De que me rechacen Alvaro.
-Solo te digo que te decidas o a te la van sacar. –Camine por enfrente de el-
-¿Quién me la va a sacar? ¿Vos? –Se paró en seco-
-¿Qué carajo?
Me clavo la mirada, podía sentirla fija en mi entrecejo, no entendía que le pasaba a este idiota ahora, habíamos hablado todos los días por más de tres meses y de la nada salía con esta actitud desafiante. El estaba callado, mirándome fijamente, supongo que esperaba una respuesta y se la di.
-Juan… Yo soy su amigo, le gustas, ella te gusta. Asique no jodas y ve con ella.
-Aun así no me gusta que pases tanto tiempo con ella.
-Soy su amigo y compañero de banco, ¿Qué esperábas?
-Tenés que dejar de estar tanto con ella.
-¿Me lo estas pidiendo? ¿O es una orden? –Me acerque-
-No es una orden, pero no quiero volverte a ver tan cerca de ella.
Nuestras miradas se cruzaron, la suya totalmente sería y fría, la mía con enojo y rabia, no podíamos ser más diferentes, era como si nuestras personalidades se repelieran la una de la otra, él como un tempano de hielo, frio y tranquilo, yo como el fuego, incontrolable e impulsivo.
-No podes decirme que hacer o no hacer, Idiota. –Me fui a paso rápido-
Ese mismo día la profesora de literatura volvió a faltar y tuve un rato libre para hablar con Antonella.
-Tu enamorado es un idiota.
-¿Quién? –Pregunto confundida-
-El Juan.
-Ah, el…
-Igual es un idiota.
-¿Porque decís eso? –Pregunto triste-
-Está celoso de mí.
-¿De vos?
-Sí, de mí, piensa que me gustas o algo así. -Reí-
-¡Hey! ¿Tan fea soy?
-No... No es por eso, si no que somos amigos y bueno…
-Ah, claro…
-¿Porque simplemente no le decís lo que sentís?
-Alvaro, ya me conoces, soy demasiado tímida. –Esconde su cara con sus manos-
-Pero si vos también le gustas, solo tenés que decírselo.
-Como sea… ¡Hey! Se acerca el viaje al sur, ¿vas a venir?
-Sí, probablemente ire.
-En el viaje tal vez podamos producir un avance.
-Me asegurare de dejarlos solos entonces…
-¡NO! No podría estar con él a solas.
-Como sea…
-Ni se te ocurra abandonarme, o serás un traidor.
-Esta bien….
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Mi compañera de banco
RomansaAlvaro era un chico normal, aburrido, nada especial. Pero las cosas cambian cuando debe afrontar el divorcio de sus padres, la poca presencia de su madre en casa y también los típicos problemas de ser un adolescente, una historia de cómo un chico e...