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—¡Lau! ¡espérame! ¡no corras! —mi pequeña prima gritó, corriendo detrás de mí. Mis piernas ya las sentía débiles y mi respiración es todo un desastre. Es por eso, que decidí parar y descansar un poco. Emma, mi prima, me alcanzó en ese momento— Lau no llores, mírame, por favor, ¿porque lloras? —preguntó, preocupada. Acunó mi rostro con sus dos manos e inspeccionó mi rostro mojado por las lágrimas
— Es...que...yo..m-me..voy — respondí, destrozada.
—¿A dónde? ¿Cuándo?— con un tono un poco alterado volvió a preguntar. Sé que habla de esa manera por lo repentino
— A...W-Washington...y m-me voy... m-mañana en la mañana— volvió las lágrimas recorrer mis mejillas gordetas.
— No te preocupes, Lau... aunque te vayas nunca nos dejaremos de hablar y siempre estaremos juntas, prima; no lo olvides, y sé feliz cuando estés allá; tendrás nuevos amigos y una nueva vida. Sé que es difícil pero no es imposible... no llores.. -habló como intento en tranquilizarme junto con cálido abrazo. Ella tenía razón. A pesar de la distancia, siempre estaremos juntas — por favor.
Asentí y le dí la razón.
***
Al llegar a la casa de Emma, en donde vive solamente mi tía y su hija. Ambas empezamos a buscar a la mujer que no la encontrábamos por ningún lado. La rubia a mi lado gritaba: mamá. Pero nadie respondía. Y supe, que ella estaba jugando. Fue entonces que agarré la pequeña mano de Emma y la dirigí a la cocina, detrás del refrigerador; en donde se encontraba mi tía escondida.
Las tres reímos
—Tía, ¿qué estás cocinando? —pregunté, curiosa.
—Adivinen —respondió con una sonrisa en su rostro.
Emma y yo nos miramos a los ojos y sonreímos al saber qué era— Waffles con chocolate -dijimos al mismo tiempo.
—¡Es correcto! como adivinan tan rápido, ¿eh? —mi tía, rubia al igual que su hija, nos revolvió el cabello a ambas mientras iba a seguir con su cocina.
—Mmm.. ¿el instinto?- con esa sonrisa inocente, su hija le responde
Después de terminar de cenar, Emma y yo corrimos escalera arriba, yendo a su habitación.
Al entrar, nos tumbamos a la cama juntas. La más baja me miró a los ojos y con una sonrisa preguntó:
—¿Y si nos tomamos muchas fotos?— le sonreí y asentí con mi cabeza. Al ver que yo dije que sí. Mi prima salió corriendo directamente hacia donde se encontraba mi tía, lavando la loza. Agarró su teléfono celular y volvió a su habitación con el aparato electrónico en sus manos.
Se acomodó bien en el colchón y yo me acerqué a ella cuando abrió la cámara. Y, de paso, nos tomamos varias con filtros chistosos y bonitos.
Desafortunadamente, no pudimos hacer algún album con las fotos recién tomadas. Pero Emma prometió mandarlas a mi mamá para que yo las pudiera tener como recuerdo. El tiempo pasó y nos tocó que acostarnos para dormir. Mi tía nos besó la frente y se fue del cuarto apagando la luz a la vez.
—Lau..Lau, despierta ya es hora de irnos— una voz femenina hablaba a mi lado. Me removí en la cama, negándome a abrir los ojos.
—Apúrate hija.. alístate rápido.— ahora la voz de un hombre se escuchó más fuerte. Esta vez si me tuve que despertar.
—No quiero ir —respondí, malhumorada. Pero, al ver la fulminante mirada de papá, me senté rápidamente, obteniendo un mareo por eso.
Me levanté de la suave cama para ir a bañarme y ponerme la ropa que mi madre ya tenía lista. Bajé las escaleras ya lista, encontrándome a todos reunidos en la mesa, desayunando. Me senté junto a mi prima quien me guiñó su ojo derecho a la par que mordía su emparedado.
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Mi hermosa nerd [EN EDICIÓN]
Ficção Adolescente⚠️ EN PROCESO DE CORRECCIÓN ⚠️ Sinopsis:: Inteligente, estudiosa, amante de la lectura, asocial y, con lentes. Una nerd, como es de conocerse. Tras un cambio de ciudades y problemas, su vida da un giro inesperado. Hay complicaciones que jamás se im...