Cornelia Street {Stan Uris & Lectora} Finalizada

#7 La pelea

Pronto el sonido comenzó a regresar a ella. Escuchaba un grito, con ello sus parpados se abrieron con prisa, observando en donde estaba con confusión, su cabeza palpitaba con mucho dolor. Se movió, todo su cuerpo dolía en esos momentos, ahora que recordaba haber sido apartada de Eddie, siendo arrojada por las escaleras, hasta que su cabeza golpeo el suelo con la fuerza suficiente para que todo se oscureciese. Se levanto, sosteniendo su cuerpo en la pared, afirmándose y con la otra mano redirigiéndola a su frente, tocando aquello viscoso, oh, claro estaba sangrando, había una herida sangrante desde su frente que se deslizo hasta debajo de su ojo izquierdo. 

—Mierda — comenzó a hablar, volviendo a escuchar dicho grito; Eddie —. 

Se movilizo hacia la cocina desde donde escucho a su mejor amigo gritar con terror, y ahora podía comprender exactamente su motivo. Cuando dicho payaso estaba en aquel refrigerador, doblado, intentando salir. Pensando a prisa corrió a través de la habitación, arrodillándose al lado de Eddie, ambas manos en sus hombros, queriendo que se levantase para que pudiesen huir. 

—Hora de flotar. 

 Eddie estaba congelado de miedo, con su mano buena arrastro a (t/n) a sentarse a su lado, ambos incapaz de levantarse y correr, sin poder despegar sus miradas del payaso que solo parecía acercarse más y más mientras que ambos solo se encontraban aprisionados por la pared que estaba tras de ambos. 

Ella solo podía temer por sus vidas, su corazón latiendo con prisa para cuando el payaso estaba frente a ellos, tomando la mano de Eddie que intento golpearlo, burlándose de él. Oh pero (t/n) no quería que su mayor miedo se cumpliese, el mayor miedo de ver a cualquiera de sus amigos o familia morir. 

—¡No, suéltalo! — exclamo con valentía y miedo en sus cuerdas vocales — ¡Déjalo en paz!

—Como gustes. 

De forma inmediata soltó el brazo de Eddie, toda la atención de eso ahora en ella, sus ambas manos enguantadas sujetando su rostro, unas pocas lagrimas de miedo escapándosele a (t/n) cuando dicho payaso estaba mirándola, la saliva cayendo de su boca cuando la miraba, y Eddie a su lado se encontraba tan aterrado como ella lo estaba ahora. 

—Tan delicioso y hermoso miedo. 

Con terror vio como pronto su rostro parecía desfigurarse cuando sus dientes se agrandaban, viéndose mucho más afilados para ser capaz de matarla. Hasta que por un buen motivo se detuvo para mirar a un lado, había pasado algo, y con ello una de sus manos cubrió su rostro impidiéndole poder gritar o observar que más ocurría en la habitación, pero Eddie aprovecharía dicha oportunidad. 

—¡Chicos, ayuda, ayuda! 

Ella no podía decir con exactitud el que estaba pasando, solo oía pasos, ya que la mano de eso continuaba firmemente apoyada en su rostro, sin querer dejarla ir, porque (t/n) estaba completamente asustada en esos momentos. 

—¡Eddie! Oh demonios.

—(t/n)... — llamo Bill entornando su mirada a su muy asustada hermana, atrapada en las garras de Pennywise —. 

—¿Esto no es real para ti Billy, no soy real para ti? ¡Fue bastante real para Georgie! 

Agradeció cuando Pennywise se aparto de ella de un salto en la dirección de Bill y Richie, como pronto acabo con una varilla atravesada en su rostro, incapaz de haber podido alcanzarlos. En esos momentos (t/n) respiraba entrecortadamente, hiperventilando. Eddie sin querer apartarse de  su lado, ambos intentando protegerse, sin alejarse. 

—¡Trae a Eddie y (t/n)! — exclamo Mike prontamente —.

—¡Vamos por ellos! 

Beverly, Bill y Richie corrieron a prisa a ellos desde el suelo. Para (t/n) en esos momentos solo podía saber dos cosas, primero que tenía tanto miedo que parecía que colapsaría, y segundo que su cabeza dolía como el infierno, algo que recientemente comenzaba a notar con mucha más intensidad. Beverly se poso frente a (t/n), tomándola de la mano libre mientras que su otro brazo estaba sujetando la playera de Eddie.