Capítulo 8: ¿Por qué?

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Maraton (1/6)


Joaquín decidió acomodar el computador encima de su cama para que ellos pudieran sentarse en el sofá del frente. Cerro las persianas con la excusa de que así daría más ambiente de cine mientras Emilio sacaba una cobija del armario oculto.

Se sentaron uno al lado del otro para comenzar a seleccionar la película, al final se decidieron por una comedia romántica, ambos tenían ganas de reírse un rato. Con naturalidad Joaquín se recostó en el hombro de Emilio y este lo envolvió con su brazo. La película resulto no solo ser divertida, sino también reflexiva, ambos se divirtieron y estuvieron a punto de llorar en el final.

-Se acabó- Emilio dijo lo obvio. – Y aun no puedo creer que la chica siquiera pensara en renunciar al amor. - Joaquín se rio.

Emilio contemplo a Joaquín; durante la película cada vez que reía sus ojos se hacían más pequeños y brillaban como ahora. Sus ojos lo atraparon, esa luz, ese brillo, eran ojos grandes y expresivos. -El protagonista tenía unos ojos muy parecidos a los tuyos. - Señalo Emilio acercándose a mirarlos.

- ¿En serio? no lo creo. - Joaquín bajo su tono de voz, su corazón se aceleró al sentir tan cerca a Emilio.

-Sí, son grandes y brillantes, además de que tienen largas pestañas. - Joaquín se quedó quieto, sus ojos rodaron a los labios de Emilio, aun había algo en su mente que lo asustaba, pero él quería arriesgarse. Emilio se había quedado mirando los ojos de Joaquín, por lo que se dio cuenta cuando Joaquín comenzó a mirar su boca y entonces cayo en cuenta de lo cerca que estaba y del ambiente tan íntimo que se había generado, rápidamente se alejó volteando al computador.

-Ya sé qué película ver, esta es buena. - Ni siquiera miro bien que había puesto por los nervios. Joaquín se limitó a cerrar los ojos con frustración.

-Emilio tu odias Strar Trek, y esa es una serie, no una película. - Joaquín estaba molesto y en su tono de voz se mostraba.

-Ah, sí. - Emilio trato de quitarla y cuando regreso a Joaquín noto que la había cagado.

Joaquín estaba sentado de medio lado en el sofá, su cabeza estaba gacha y sus manos en sus piernas en puños.

-Joaquín...- Emilio se acercó tratando de arrodillarse frente a él para ver su rostro.

- ¿Por qué me mientes? - Los latidos de Emilio se aceleraron, comenzó a sentir un vacío en su estómago.

-¿Ah? -

-Porque no te creo que en serio gustes de mí, pensé que era normal que te asustaras cuando estábamos en espacios públicos, pero ni teniendo la oportunidad eres capaz de besarme. - Emilio se agacho más y pudo ver lagrimas correr por el rostro de Joaquín confirmándole lo que su voz le decía. Joaquín estaba llorado- No te nace besarme ¿cierto? ¿No sientes eso que yo siento cada vez que te veo y ríes? ¿No sientes ese impulso que yo siento de abrazarte y besarte a cada rato? - Emilio se preocupó de ver a Joaquín tan dolido, Joaquín simplemente había acumulado esos pensamientos que le mostraban que Emilio no lo quería de la manera en que él lo quería.

-No es eso...- Emilio trato de tomar las manos de Joaquín, pero este las retiro, Joaquín no estaría con alguien que no lo quisiera.

-No me mientas. - Por fin elevo su rostro para verlo a la cara. - no te tortures, ni me tortures, no te obligues a hacer algo que no quieres.... Solo se honesto. - Joaquín lo miraba a los ojos casi suplicante, Joaquín no quería perder la amistad de Emilio, solo por sus sentimientos. Prefería la honestidad de Emilio, el siempre prefería la honestidad.

-No me tortura, me encanta estar contigo, siempre quiero tocarte y abrazarte. - Emilio logro por fin tomar sus manos. –Tal vez solo soy muy lento. - Emilio sentía como una daga lo atravesaba por cada lagrima de Joaquín. Él solo quería verlo feliz, eso sería suficiente para él, ¿Porque para Joaquín no?

-No, no lo eres, sabes que lo sé. En estas cosas no.- Emilio estaba aterrado al darse cuenta como en un momento así Joaquín podía conocerlo tan bien. Pero Emilio no iba a ceder, imaginarse en este momento decirle a Joaquín la verdad, podía escuchar en su mente su voz al echarlo de su casa, se imaginó como en la noche después de que él se fuera Joaquín se agarraría a llorar y como al siguiente día lo vería con odio en sus ojos opacos. Esa era una opción que no iba a tomar nunca.

-Solo quiero que sea especial. - Mintió de nuevo y tomo la cara de Joaquín entre sus manos mirándolo a los ojos. - Después de todo estoy saliendo con el mismísimo Joaquín Bondoni. - Sonrió retirando las lágrimas con sus pulgares. – Cualquiera que pueda besarte es la persona más afortunada del planeta. - No mentía, el realmente creía que la persona que fuese amada por Joaquín seria afortunada, solo que sabía que él no era esa persona correcta para él.

Joaquín sonrió levemente, porque Joaquín sentía que algo estaba mal, pero su corazón se paraba con la sonrisa de medio lado de Emilio, y al mismo tiempo su cerebro.

Emilio tomo proximidad dejando sus rostros de frente, Emilio pensó en que darle a Joaquín lo que quería no podía ser perjudicial; entonces se dio cuenta que desde el inicio se había prometido hacer feliz a Joaquín sin importar nada, a cualquier costo, el haría cualquier cosa.

Ya había besado a Joaquín antes, aunque había sido en el personaje, sintió que eso ya le daba una ventaja, sin embargo, en ese momento no había productores o directores que le indicara que hacer, en este momento solo eran los dos, y en su beso él tendría que brindarle un sentimiento a Joaquín. Así que miro a Joaquín a sus ojos y luego a sus labios y de regreso a sus ojos pidiendo permiso. Joaquín cerro los ojos acercándose y Emilio supo que ese era el momento de unir sus labios, primero un toque suave, y después un movimiento lento. Emilio beso con ternura a Joaquín ya que sentía que eso era lo que le despertaba el chico, Joaquín simplemente cedió siguiéndolo, como siempre amoldándose a Emilio.

Al separarse Emilio no lo soltó, al contrario, sintió la necesidad de tenerlo cerca así que lo abrazo contra su pecho, Joaquín se aferró a su camiseta. Ninguno de los dos sabía muy bien que hacer, al separarse Emilio vio miedo en los ojos de Joaquín, así que volvió a besarlo, lo beso las veces que fueron necesarias para cambiar su estado de ánimo, para volver a verlo brillar.

Al final Joaquín se separó riendo, con sus ojitos achinados y sus mejillas rosada.

-Creo que ya es tarde, debería irme a casa, mañana tenemos trabajo temprano. - Joaquín hizo un puchero inconsciente, Emilio se rio.

Joaquín acompaño a Emilio a la puerta y al despedirse aun de manera tímida le robo un beso, uno pequeño, Emilio se rio de nuevo y se fue.

Joaquín iba de regreso a su cuarto cuando vio a su abuela en la cocina sonriendo en su dirección de una manera peculiar.

-No, abue. - Su abuela se rio.

- ¿Por qué? Se ven divinos juntos- Esta vez Joaquín se rio.

-Aun así, solo estamos saliendo. - Su abuela alzo las cejas

-Si sabes que desde acá se ve todo lo que pasa en el pasillo. - Joaquín se sonrojo, su abuela los vio despedirse, y tuvo ganas de golpearse la cara, aun así, estaba en su casa, era normal que tuviera la guardia baja.

-No importa- Su abuela interrumpió lo que sea que iba a refutar. -Fui feliz desde la primera vez que pille a Emilio mirándote, me siento feliz de que hay una buena persona que te mira con tanto amor. - Joaquín se quedó pensativo.

-No sé de qué hablas ¿Cuando? La verdad, ya me lo han dicho, pero no tengo la misma impresión. - Su abuela elevo los hombros.

-Fue la primera vez que me llevaste al set, tú estabas emocionado mostrándome el camerino y el solo te miraba a ti, por primera vez lo vi tan callado y concentrado. Sin duda se nota que eres un tesoro para él, no lo dudes. - Joaquín si lo dudaba, aunque su cerebro se sentía confundido después de los besos que Emilio le había dado.

No se sentían vacíos, cargaban un sentimiento de ternura y afecto, pero en su cerebro aun había algo que no encajaban del todo, aun así, decidió que no dejaría que el pasado estropeara su futuro, Emilio le demostró que si lo correspondía, ¿cierto?

Tenía que dejar de ser inseguro con el tema, dejar sus miedos de lado o podría arruinarlo todo.

El brillo en tus ojos ··· EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora