Emilio entro a su cuarto junto a Joaquín, sonaba loco, pero con toda la confusión en su cabeza que el tema le generaba, aun después de un mes de la misma situación, lo único que se le ocurrió fue llamarlo, solo quería tener un rato tranquilo con Joaquín. Emilio cada vez estaba más acostumbrado a estar de manera romántica con Joaquín, casi había olvidado que le mentía, casi; solo había pequeños momentos de confusión que lo hacían darse cuenta de la verdad. La cabeza de Emilio era un caos.
Pero Joaquín le proporcionaba paz, era como volverse un niño de nuevo cuando estaba a su lado. Decidieron jugar videojuegos un rato, Joaquín no era tan bueno, pero no tenía por qué saberlo, Emilio lo dejaba ganar con felicidad y Joaquín festejaba de manera presuntuosa mientras actuaba como toda una diva.
-¡Otra vez gane! Ja, soy el rey. - Joaquín se puso su corona imaginaria y Emilio se puso a reír.
-Lo eres. - Emilio sentía calidez en su interior, estaba pasando un buen momento y lo único que necesito fue a Joaquín; Joaquín lucia fresco, era enérgico y el brillo en sus ojos lo hacía verse precioso. Sentado miraba a Joaquín como si fuera la única luz en el mundo, sus ojos achinados y su sonrisa marcada.
Un impulso lleno su cuerpo y tirando a la mierda cada advertencia en su mente, como lo había hecho en el último tiempo, no pudo evitar acercarse para robarle un beso a Joaquín. Joaquín cerro sus ojos de inmediato y lo correspondió complacido, Joaquín paso sus brazos por los hombros de Emilio abrazando su cuello, pegándose a él. Emilio comenzó a inclinarse lentamente empujando levemente a Joaquín, logrando dejarlo recostado en el piso.
Sus manos picaban en curiosidad, mientras besaba lentamente a Joaquín, con una mano se sostuvo para no aplastarlo y la otra acariciaba su costado. Dejándose llevar, permitió a su mano escurrirse debajo de la camiseta de Joaquín, explorando la piel de su cintura. Joaquín coloco sus manos en el piso a sus lados para ayudarse a levantar y orillo a Emilio contra su cama sin dejar de besarlo, Emilio termino sentado en el piso con su cama de respaldar y Joaquín sentado en sus piernas a horcadas mientras sus manos seguían acariciando la piel en la espalda y cintura de Joaquín. Era tan suave.
Joaquín comenzó a descender sus besos por el cuello de Emilio y el cuerpo de Emilio sintió una corriente eléctrica, sus manos apretaron la tersa piel de Joaquín, lo quería más cerca, mucho más cerca, quería tocarlo y seguirlo besando.
Emilio abrió totalmente sus ojos al darse cuenta de una realidad evidente, su cabeza junto todos esos cables que se encontraban enredados y sueltos.
"Eres un imbécil" se dijo a sí mismo en su mente.
Como no se había dado cuenta antes, era tan obvio, todos lo notaban, todos lo sabían, pero al parecer Emilio se había mentido a el mismo todo este tiempo. Emilio si gustaba de Joaquín románticamente y se sentía atraído por el chico, y mucho más que eso, Emilio sentía amor. Estaba enamorado, le encantaba Joaquín, su risa, sus ojos, su humor, su locura, sus charlas y su chispa. Emilio estaba más perdido de lo que creía y hasta ahora se daba cuenta, cuando más hundido estaba. Realmente quería golpearse.
Joaquín se separó de Emilio mirando fijamente a los ojos al sentir como Emilio se había tensionado.
-Perdón, ¿te incomode? - Pregunto Joaquín asustado de haberse dejado llevar, y haber pasado la raya.
-No- Emilio tomo en sus manos el rostro del chico mirándolo directo a sus brillantes ojos, y su pecho se quebró, Emilio realmente no solo gustaba de Joaquín, Emilio se acercó de nuevo besando de manera lenta a Joaquín, con ternura y amor, acariciando sus mejillas y lágrimas comenzaron a descender por las propias.
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El brillo en tus ojos ··· Emiliaco
FanficJoaquín gustaba de Emilio, Emilio lo sospechaba, Emilio no podía corresponderlo, pero haría cualquier cosa para preservar el brillo en sus ojos.