Había pasado una semana desde que Joaquín había recibido las rosas amarillas, nada había cambiado mucho: Salían seguido, se tomaban de la mano al caminar, eran levemente discretos así que solo lo hacían cuando estaban en un lugar en que nadie los reconocería. Cuando salían con sus amigos se trataban con normalidad, igual que siempre, pero Joaquín se había acostumbrado a que Emilio lo besara la mejilla. Emilio siempre había sido invasivo en el espacio personal de Joaquín, pero ahora había descubierto que Joaquín podía llegar a ser muy cariñoso, y algo que ya sabía, pero se acentuó mas era el hecho de que Joaquín era juguetón. Siempre se le ocurría alguna pequeña locura en medio de la rutina, como en este momento en el cual Emilio lo estaba esperando y de repente unas manos habían tapado sus ojos apareciendo por detrás.
- ¿Quién es? – Con tranquilidad pegunto Emilio sonriendo, sabiendo que era Joaquín.
-Adivina- Emilio se asustó al escuchar una voz femenina, rápido llevo sus manos a las manos en sus ojos, extrañado, si encontró las manos de Joaquín, estaba seguro que eran de él.
- ¿Joaquín? - Confundido pregunto, entonces las manos fueron retiradas permitiéndole ver a Joaquín y Katie muertos de la risa. Él también se puso a reír, lo habían sorprendido.
-Tu cara...- Ambos se reían de él mientras se sostenían la panza y Katie señalaba con un dedo su rostro.
-Que graciositos. - Emilio fingió enojo, pero todos sabían que solo bromeaba.
-Ay Emi. - Joaquín abrazo por la espalda a Emilio quien aún estaba sentado, obligándolo a inclinarse un poco.
-Me la van a pagar. - Siguió fingiendo y Joaquín se aferró más aun al abrazo.
-Bueno, yo no quiero tener problemas con Osorio, me voy tortolos. - Katie guiño un ojo y prácticamente salió corriendo.
Emilio y Joaquín pararon su risa de golpe y abrieron los ojos muy sonrojados.
-ejem- Emilio carraspeo.
-Lo siento, creo que Katie ha estado al pendiente de mi últimamente. - Emilio sonrió, jalando a Joaquín para que quedara enfrente de él.
-No hablo de eso. - Emilio sonrió aún mas de manera malvada y lanzo sus manos al torso de Joaquín comenzando a hacer cosquillas. - Te dije que me vengaría. - Rio viendo a Joaquín retorcerse a carcajadas.
-No... para... Emi. - Joaquín intentaba hablar entre risas. - Emiii... Tengo-tengo... algo que decirte. -Emilio levanto las cejas pensando en si creerle o no. Al final decidió que ya era demasiada tortura así que lo soltó.
-Ay... déjame tomar aire. - Joaquín tardo un poco en recuperarse de la risa. - Es que... yo. - Joaquín tenía un problema.
Sabía que no había pasado mucho desde que habían comenzado a salir, pero había algo que lo estaba molestando. Emilio aun no lo había besado. Al pensarlo el calor se subió a sus mejillas de nuevo, no es que el esperara que las cosas fueran tan rápidas, pero ambos eran adolescentes, si le extrañaba que Emilio seguía evitando besarlo. Seguía pensando que probablemente eso se debía a que siempre que salían solos era a lugares públicos. Joaquín no quería ser ambicioso, pero le era inevitable ver los labios de Emilio y querer besarlo, después de todo eso era parte del gustar de alguien.
-Me preguntaba si querías ir a mi casa en la tarde, podríamos ver una película o jugar videojuegos. - Joaquín trato de no ser tan directo por primera vez en mucho tiempo, pero no podía mentirse más; estar tan cerca de Emilio y no poder besarlo era una pequeña tortura.
-Sí, claro. - Emilio sonrió, estirando sus manos a las de Joaquín para tomarlas mientras hablaban. -y a quienes planeas invitar? ¿Qué película tienes en mente? -
-Bueno, no quiero invitar a nadie, seriamos solo los dos. - Joaquín trago saliva. –Podemos buscar una en Netflix. - Emilio elevo sus cejas con una sonrisa pícara. –Sabes que no me refiero a eso, bobo. - Emilio se echó a reír, él sabía que no se refería a eso, pero le resulto divertido dejar a Joaquín cual tomate.
-Lo sé, ven acá. - Emilio se paró para abrazarlo y Joaquín ultrarrojo oculto su rostro en el pecho de Emilio. Emilio lo pensó un poco mientas lo abrazaba, tal vez no sería tan mala idea, Joaquín no era un predador o algo así, no sería la primera vez que hicieran algo así.
-Menso- Joaquín aun sonrojado le dio un golpecito en el pecho a Emilio. Emilio se rio, e igualmente accedió.
+
En la casa de Joaquín se encontraba la abuela del mismo, su mama había salido y su hermana estaba con unas amigas, Emilio saludo a la adorable mujer que felizmente le apretó los cachetes, él sonrió.
-Que niño tan adorable, si quieren algo de comer o algo me avisan, estaré en la sala viendo tele.- Emilio asintió sonriente rogando en su mente que le regresaran su cachete.
-Gracias abu, pero Emilio trabaja de su rostro, ya suéltalo. - Rio Joaquín mientras los miraba.
-Oh lo siento es que me emocione, es tan guapo. -
-Eso le dices cada vez que lo vez, vas a hacer que se lo crea- Bromeo Joaquín haciéndole caras a Emilio
La abuela soltó el cachete de Emilio, pero este tomo su mano. - Señora, usted que es una mujer de buen gusto tiene todo el permiso de pellizcar mis cachetes. - Y finalizo sacándole la lengua a Joaquín, Joaquín hizo cara de sorprendidamente ofendido y se retiró.
La abuela y Emilio se echaron a reír.
-Bueno, eres bienvenido a esta casa siempre que quieras. - Emilio sonrió agradecido y asintió.
-Gracias. - Dijo suave antes de salir corriendo detrás de Joaquín.
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El brillo en tus ojos ··· Emiliaco
FanficJoaquín gustaba de Emilio, Emilio lo sospechaba, Emilio no podía corresponderlo, pero haría cualquier cosa para preservar el brillo en sus ojos.