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Narrador
Desde que Timothée Hal Chalamet tenía 4 años de edad, se dio cuenta que había algo distinto en él.
Sus padres nunca le pusieron pero en cuanto a expresarse se refería, apoyaban los deseos que tenía de jugar con muñecas, usar vestidos o cualquier cosa convencionalmente femenina, siempre y cuando solo fuera dentro de casa.
"El mundo es muy cruel, Timmy. No está listo para ti mi pequeñito."
Los señores Chalamet le decían. Pero había algo más detrás de eso y siempre lo supo; creció avergonzado de quien era y trataba de esconderlo porque después de todo, el mundo no estaba listo.
Tal vez eso había influido en su decisión de interpretar a Elio en Llámame por tu nombre y lo que había exaltado tanto en su estupenda actuación; por primera vez en su vida Timothée estaba mostrando su verdadero ser. Amaba a ese personaje tango que a veces deseaba ser él, inclusive si no tenía un final feliz, por lo menos Elio tenía a alguien que lo amara y aceptara quien o como era.
Esa experiencia definitivamente era de las mejores de su vida y sin importar si esta noche se llevaba el premio o no, el ojo verde ya había ganado un pequeño momento de felicidad.
-Timmy, la siguiente categoría es a mejor actor.- Le avisó emocionada su madre.- Tú sabes que si no ganas en esta ocasión, más adelante vendrá tu momento. Eres un hombre talentoso, mi vida.-
El hijo solo murmuró un pequeño 'te amo' y apretó la mano de su madre para tratar de calmar sus nervios. Realmente no sentía que fuera a ganar en su primera vez nominado pero sabía que existía un pequeño porcentaje de probabilidad e incluso eso hacía que su corazón se acelerara más de lo que podía tolerar.
Mientras anunciaba a los nominados el se aguantaba las lágrimas y recorría con la mirada todo el lugar pues jamás imaginó que un día estaría ahí. Por un instante su mirada se encontró con la de un británico castaño que le dio una cálida sonrisa. Timothée sintió un sensación cálida y agitada en el estómago al chocar miradas con ese joven.
"¡Gary Oldman!"
La voz de Jane Fonda anunciando al ganador lo devolvieron a la realidad, rápidamente se levantó para aplaudir y aprovechó para abrazar a su madre con la que simplemente compartió una risita de felicidad al darse cuenta de lo lejos que ya había llegado a pesar de no haberse llevado la estatuilla.
Por otro lado, un británico no podía dejar de ver a aquel americano. Estaba sorprendido pues Chalamet en ese momento se veía tan tímido, nervioso y alejado de todos; lo contrario a cómo se dejaba ver en cámara. Y simplemente no podía dejar de mirarlo, de analizarlo y admirarlo siquiera de lejos.
- Creí que ganaría Chalamet.- Le dijo su novia.- Su trabajo fue impresionante.-
-Verdaderamente fascinante.- Respondió mirando a lo lejos.-
Pero no solo el trabajo de qu el chico le resultaba fascinante a Tom Holland.
