🕛 Capitulo 12 🕛

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—Gracias por todo, Jungkook. —Eun Bi sonrió luego de bajar del auto.

—Uhm, sí. —Jungkook asintió nervioso, lo cual hizo derretir a la castaña.

—Me voy, mi magia acaba en unos minutos. —Asintió— Nos vemos.

—A-adiós. —Logró pronunciar ante la sonrisa de Eun Bi.

Quizá piense que soy raro, Jungkook rascó su nuca, creo que piensa que soy rara, pensó Eun Bi de forma similar.

Ambos sacaban conclusiones del otro, sin saber realmente que uno tenía una buena opinión del otro.

Es linda(o), pensaron una escasa sonrisa al dirigirse a sus destinos.

Eun Bi dejó las llaves de su casa en la mesa de la cocina, su chaqueta fue a dar en el perchero de la sala. Silencio y soledad se trasmitía entre las paredes de su casa, sería distinto si no hubieses sido mala con tus padres, ¿no, Eun Bi?, su subconsciente la atacó sin previo aviso. Pero se esfumó dicho pensamiento al ver a su madre salir de la sala de estudio, lucía muy contenta por su caminar.

—Llegaste, cariño, —la mujer vio a su hija de reojo— ¿tienes hambre?

—No, cene con un amigo. —Eun Bi se acercó a su madre, quien ahora estaba en la cocina preparando waffles— ¿No vas a preguntar quien?

— ¿Quieres que pregunte? —Su madre alzó la mirada.

Aquella pregunta le dolió. Y con razón, la ultima vez que su madre le preguntó por un amigo o amiga le contestaba a gritos: "¡No puedo decir nada sin que empieces con tus interrogatorios, mamá, por dios!". Desde ese momento no le preguntaba nada en su vida personal.

—Si quieres. —Se encogió de hombros.

—No lo haré, porque sé que no quieres que te pregunte. —Sonrisa falsa y vacía.

—Bien. —Eun Bi asintió.

—Tu padre espera su cena, iré a llevársela. —Tomó el plato de waffles.

—Yo lo haré. —Eun Bi tomó el plato sonriente, lo cual hizo que su madre la observara confundida.

Ella nunca hace eso, pensó la señora Hwang preocupada.

Eun Bi fue a llevarle el plato a su padre, quien trabajaba acomodando papelería de su empresa. Respondió con un "pasa" al escuchar los toques en su puerta. Su rostro mostró su gran asombro al ver que aquella niña que le dijo que no era su sirvienta cuando le pidió un plátano ahora le llevaba la cena con una sonrisa.

—Aquí está tu cena, papá. —Marcó más su sonrisa, quería sentirse útil con sus padres.

—Gracias, cariño. —El padre de Eun Bi asintió.

Ellos te odian, Eun Bi, su subconsciente la atacó nuevamente. Pero ahora si le afectó, tanto que hizo que corriera hasta su habitación luego de salir de la sala de estudio.

Sus padres la amaban, solo que no sabían como actuar ante eso. Su hija siempre había sido mala con ellos, y les confundió ver como actuaba con gentileza luego de tantos años.

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