—Me encantas, —Jimin sonrió acariciando la mejilla de Yu Na— ¿te das cuenta que todo esto pasó por mi insistencia?
— ¿O por mi paciencia? —Yu Na sonrió.
Ambos se echaron a reír. Yu Na se levantó, traía puesta la camisa de Jimin, la cual se había convertido en su favorita. Caminó hasta bajar las escaleras a la cocina, tomó un vaso de agua y preparó la cafetera, no sin antes darle los buenos días a la señora Park, quien era como un ángel para ella.
Jimin seguía en la cama, formulándose un montón de ideas para su boda, su futura casa e hijos. Todo hacía que su sonrisa se ampliara y pataleara de la emoción, quizá él pensaba más de lo que Yu Na lo hacía, o él pensaba por ambos, una de dos. Se levantó para ponerse una camisa y bajar, el olor al desayuno le había activado las energías.
—Buenos días, mamá. —Jimin besó la mejilla de su madre para después ir a donde estaba Yu Na.
—Buen día, amorcito. —Jimin hizo sus labios pico para recibir un beso de su amada, el cual consiguió.
—Buen día, ¿regaste las plantas del jardín? —Señaló el jardín con la mirada.
—No, pero lo haré de inmediato, ¿me hablas cuando ya esté? —Jimin abrazó su cintura dejando un beso en su mejilla, Yu Na asintió riendo.
Podía haber miles de cosas, pero ninguna de ellas se comparaba a lo hermoso que era su vida ahora. Tenía una linda prometida, su madre estaba encariñada con su nuera, los padres de Yu Na estaban felices de la noticia y estaban haciendo lo posible por ir a Seúl lo más inmediato que se pudiera.
—Buenos días Jimin, —aquella vecina pasó dándole una sonrisa coqueta, la cual Jimin ignoró por estar regando las plantas mientras tarareaba— hoy estás de buen humor, ¡y cuánto tiempo sin vernos!
—Buenos días, Jeongyeon. —Saludó Jimin sin apartar la mirada de las hermosas florecillas.
— ¿Llegaste hoy? —Jeongyeon removió un mechón de su rostro.
—Ayer en la mañana, —Jimin ladeó su cabeza sin despegar la mirada de las plantas— suficiente agua.
—Y, dime, ¿qué...?
— ¡Cariño, el desayuno está listo! —Gritó Yu Na desde el interior interrumpiendo a Jeongyeon.
— ¡Ya voy! —Respondió Jimin enrredando la mangera en su sitio— Nos vemos, Jeongyeon, ten un lindo día.
— ¡Te odio, Park Jimin! —Soltó la de pelo corto haciéndo un mohín con sus labios.
Jimin se acomodó en la mesa junto a su madre, quien tejía entretenida con sus estambrea y agujas. Yu Na sirvió el desayuno junto al café, tomó asiento con su taza en mano. Todos comían en silencio mientras sus mentes estaban ruidosas, Jimin no podía dejar de hacer cualquier gesto o sonido para dar a entender que la comida de Yu Na era deliciosa.
—Tus padres deben estar orgullosos de tener una hermosa niña como tú, linda. —La señora Park sonrió, Park Myeong Hye.
—Gracias, madre Myeong, —agradeció Yu Na sonrojada— su hijo también es un buen hombre, tan caballeroso y educado.
—A puros manázos lo eduqué, —bromeó la señora Myeong riendo— pero en realidad Jimin siempre fue un buen niño, una vez fue a regresar una moneda de 500 wons a la comisaría de policía solo porque la encontró en la calle.
— ¡Qué tierno! —Exclamó Yu Na apretando sus mejillas.
—Sí, por alguna razón Jimin y su hermano, Ji Hyuk siempre fueron unos buenos muchachos, —Myeong rió— aunque de repente se daban sus escapadas y una que otra fiesta.
—Yo cuando estaba jóven, en la escuela superior, siempre vivía con los regaños de los profesores, ¡pero regañaban por todo! —Aquel comentario hizo que todos rieran— Era algo así: no tenías la tarea, adiós, tenías la tarea bien hecha, adiós. Luego hacía la tarea conforme al humor de los profesores, cuando me enteraba de que había pasado algo bueno la hacía, y cuando sabía que estaban de malas no la hacía, por alguna razón aquello salía bien.
Todos rieron mientras compartían sus experiencias de escuela. Yu Na observaba a su prometido y su futura suegra conversar de forma animada, una ligera sonrisa, un cosquilleo en su estómago y una sensación de felicidad la llenó por completo. Estaba feliz de ver un rayo de felicidad en su vida, siempre pensó que un futuro cruel y aplastante la esperaba, pero no fue así y lo agradecía de todas formas.
Jimin sonreía al verla, todo aquello le estaba cayendo bien, y su madre también le había comentado lo feliz que era al ver madurar a aquel bebé que recibió en el hospital cargándolo en sus brazos hace años. La señora Myeong sonreía encantada por tenerlos a ambos, ojalá estuvieras aquí, pensó en su esposo difunto, te habría encantado saber que Jimin es un hombre responsable y que se casará pronto con una chica tan dulce. Sonrió a la nada recordándole con profundo cariño.
—Mamá, irémos a comprar las cosas para la comida, —Jimin besó la mejilla de su madre— volvemos en una hora, o tal véz dos.
—Vendrémos pronto, madre Myeong, descance. —Yu Na sonrió agitando su mano.
Ambos salieron de la casa tomados de las manos, sonreían tímidos mientras se daban ligeros empujones. Sabían que habría problemas, pero estaban preparados para afrontrarlos juntos. Ya no caminaban solos, ahora caminaban juntos.
———amé este capítulo,
lloro brillitos, espero que
me pase algo así 🐇tres capítulos y
nos vamo' uwu¡gracias por leer! 💐
♡♡♡♡
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mean girls ⬅ bangchin 🌠
De TodoSowon, Eunha, Umji, Eun Bi y Yerin. Cinco chicas que pasaron de ser nada, a las mejores amigas, a quienes todos conocían en la escuela como "chicas pesadas", no porque fueran unas perras bully, más bien simplemente por su gran popularidad y belleza...