Yerin tocó la puerta de aquella casa solitaria con temor, luego de casi cuatro horas en autobús no esperaba toparse con una posada tan tenebrosa. La casa era grande y bastante bonita, pero le daba una mala espina que estuviese tan alejada de las demás. Tocó nuevamente con más fuerza esperando a que alguien abriera, ¿no se habrá equivocado Jessie?, se preguntó viendo su entorno solitario. Al principio le había parecido una buena idea que Jessie le haya conseguido la dirección de la casa de los abuelos de Taehyung con su habilidad tecnológica, pero ahora le parecía una muy mala idea ir a esa casa sin tener idea de con que se toparía.
Los padres de Taehyung estaban destrozados por la muerte de una de las madres de ellos, ambos no querían recibir visitas, pero ver a Yerin tan insistente les hizo cambiar de parecer. Estaban dispuestos a ayudar a una nueva vecina, al ver las maletas de Yerin creyeron que quizá se mudaba al vecindario. Escucharon con paciencia la razón de que ella estuviese ahí, y ellos le explicaron el problema que ahora enfrentaba ella; Taehyung había viajado en cuanto se enteró que su abuela tenía pocas horas de vida, estuvo a su lado hasta que la mujer expiró y no quiso salir de la casa. El cuerpo de ella estaba siendo preparado para el funeral esa misma tarde, el cual sería un pequeño discurso del mayor de sus hijos y finalmente la entrega de la urna. Taehyung se había reusado a asistir, así que había salido de casa con rumbo a algún lugar solitario. Ambos no sabían a donde había ido, pero estaban seguros de que no haría ninguna locura debido a que su propia abuela le prohibió suicidarse. Yerin estaba dolida, pero quería hacer todo lo posible por encontrarlo. Por eso estaba ahí frente a esa puerta vieja sin respuesta alguna de señales de vida en el interior de esa casa.
—Taehyung, por favor. —Yerin habló con voz débil.
Las palabras de Yerin llegaron hasta los oídos de Taehyung, quien estaba arrodillado junto a la antigua cama de su abuela. Se levantó conmocionado, quería estar seguro de que aquello no fue otra de sus voces imaginarias dentro de su mente. Se apresuró a bajar las escaleras, sus pies dolían y sus rodillas sangraban por la posición en la que había estado por horas, pero quería ver a alguien que lo consolara. Alguien real, que le recordara que no estaba solo. La puerta rechinó por la fuerza con la que Taehyung la abrió, e incluso Yerin se asustó por la repentina acción.
Sus miradas estaban fijas, parecía que todo se había minimizado, que el viento y contorno se habían silenciado. Una de las lágrimas que Taehyung contenía recorrió su mejilla con lentitud, el dolor seguía ahí, pero ahora no estaba solo. Yerin lo abrazó, ambos lloraron amargamente por todo lo que enfrentaban ahora juntos. El hombro de la menor minimizaba los gemidos de dolor de Taehyung, humedeciendo la manga con sus lágrimas, todo estaba mal y estaba seguro de que empeoraría, pero le aliviaba saber que quien amaba estaba ahí.
🥀
—Taehyung, tienes que dormir, —Yerin entró a la habitación— tus rodillas están lastimadas, podrías enfermarte por no comer y tampoco quieres dormir.
—No puedo dormir, —se recargó en la base de la cama— mi mente es muy ruidosa.
— ¿Quieres que duerma contigo?
Taehyung dudó, no quería forzar a Yerin para que estuviera a su lado, pero necesitaba alguien a quien abrazar cuando las pesadillas tomaran acción en sus sueños. Se recostó y acobijó bajo las sabanas evitando la pregunta, quería que ella misma decidiera que hacer.
Yerin se acercó lentamente para meterse debajo de las sabanas, Taehyung reaccionó al tacto e inmediatamente se acurrucó con la menor, ocultando su rostro en su pecho, el cual consideró el lugar más calido luego de los brazos de su abuela. Yerin respondió abrazando la espalda del mayor sonriente, nunca había estado tan cerca de un hombre, y estarlo ahora era muy acogedor. El calor entre ellos era cálido, podían sentir los latidos del otro en armonía.
—Tata, —los labios de Yerin susurraron cerca del oído de Taehyung— nunca te voy a dejar, aunque llegues a odiarme o yo lo haga, no me iré, porque te amo tanto que no sé que hacer sin tí, te amo mucho, bebé.
La piel de Taehyung se erizó. Le había dado escalofríos sentir algo nuevo, sentir que alguien lo amaba hasta el punto de no querer dejarlo por nada, y le había gustado esa nueva sensación. Se quitó la camisa debajo de las sabanas dejándola a un lado para ahora remover la de Yerin, quien se lo permitió. La abrazó enrrollando sus brazos en la piel de Yerin, quien también se erizó por la sensación placentera de sentir su piel desnuda junto a la de Taehyung. El sostén de Yerin limitaba el contacto, pero estaban dispuestos a no ir más lejos, solo querían sentir su piel contra la del otro. Taehyung besó el cuello de la menor succionando su piel haciendo que la espalda de esta se arqueara por el placer que le daba.
Los labios de Taehyung emitían sonidos húmedos al chocar con la piel de Yerin, aquella mancha rojiza comenzó a tomar color, el mayor se detuvo tras hacer lo que siempre había deseado. Yerin repitió la acción en el cuello de su novio, quien ahora comprendía por qué ella había arqueado la espalda anteriormente. Se sentía tan bien que Taehyung no pudo evitar maldecir en voz baja escapando una sonrisa de sus labios. Sus respiraciones estaban ligeramente agitadas y sus corazones latían con fuerza.
—Ahora eres mía, yerinnie, —susurró en sus labios para dejar un suave beso ahí— y yo también te pertenezco.
love'ya 🌈
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mean girls ⬅ bangchin 🌠
AcakSowon, Eunha, Umji, Eun Bi y Yerin. Cinco chicas que pasaron de ser nada, a las mejores amigas, a quienes todos conocían en la escuela como "chicas pesadas", no porque fueran unas perras bully, más bien simplemente por su gran popularidad y belleza...