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" My desire, a violent daydream."

Los días pasaban rápidos en Daegu, había logrado hacer lo que tenía que hacer y me disponía a regresar a casa y eso me ponía más nervioso de lo que hubiera deseado.

Mi cabeza daba un millón de vueltas mientras me encontraba en el tren. Una de las cosas que no me puedo permitir como líder es sentir miedo, eso es para cobardes.

Cómo es de costumbre no he llamando a Jimin estos últimos días y no es porque yo no quisiera, es que simplemente a veces quiero darme mi espacio sin tenerlo tan cerca y viceversa.

A veces no sabía si viajaba para alejarme de él o para hundirme en mi propia miseria cuando no lo tengo cerca.

Estaba sentado en el vehículo que me trasportaría a la mansión nuevamente.
Hace una hora había llegado a Seúl y ahora me encaminaba al lugar de mis martirios.

Había sido un largo y pesado viaje, lo único que quería era tirarme en mi cama y dormir hasta el día siguiente.

-JK. -llamaron.

Desde el incidente del asesinato de los "supuestos" asesinos de Jisung, me ví obligado a cambiar mi apodo a JK por el simple hecho de cuando me enteré toda la verdad...

Yo ya no me sentía el mismo.

-Te escucho.

-Su celular, Señor. Lleva rato sonando ¿Aún no quiere contestar?

-¿Quién es? -dije cansado.

-Jimin, Señor.

Asentí.

-No conteste, ya estamos cerca.

Roger, quién se encargaba de ser mi asistente en estos viajes solo asintió mirándome por el retrovisor.

Él había estado conmigo por mucho tiempo, lo cual a él no se le hacía algo nuevo que ignore las llamadas de mis parejas, cómo ahora.

Llegamos a la mansión y yo ya sentía un alivio de haber llegado a mi hogar. Era algo tan contradictorio lo que sentía, creo que me estaba volviendo loco.

Bajé de inmediato al sentir las piernas doler un infierno y un dolor recorrer mi espalda, quería morir.

Di un suspiro pesado e ingresé preparado para cualquier cosa y con eso me refiero a encontrarme la mansión hecha un caos, nadie haciendo su trabajo y si, me esperaba lo peor de lo peor.

Cómo cadáveres en el suelo y sangre en la alfombra... Los zapatos de Taehyung tirados junto a cualquier arma en el suelo...

Ya había pasado por todo eso...

Pero para mí gran sorpresa abrí la puerta solo para toparme a todo el mundo haciendo su trabajo.

Estaba muy impactado.

-¡Kook! -Yoongi saludo mientras dejaba de recargar sus armas.
-¡Llegaste!

Todos regresaron su vista a mi.

꧁CRUEL INTENCIÓN꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora