꧁CRUEL INTENCIÓN꧂

30

" Father, please forgive me 'cause I'm on the floor."

-Jimin, espera... Hay algo que tienes que saber. -hoseok volvió a abrir la puerta para hablarme.

-¿Qué? -me volteé a encararlo.

-No puedes matar a Taeyong, es guerra entre líderes, el único que puede hacerlo es Jungkook. -me advirtió.
-Ten cuidado, te cubrire.

Asentí y miré hacia arriba y me volví a colocar el cubre bocas para avanzar.

Me movía discretamente entre los pasillos de la plata baja, pero estaba nervioso porque había visto a muchas personas merodeando.

Mis ojos se repartían entre puerta y puerta.
Escuchaba los gritos de Taeyong y algunas balas perdidas.

Quería liberarlos primero, decirles que yo daba la orden de defenderse... Pero, ¿Quien soy yo aquí ahora?

Mierda.

-Escuché movimiento cerca de aquí, hay dos personas que están aún libre en la mansión. -habló uno de ellos.
-Tú ve por allá.

Tras escuchar eso, me oculte en una de las habitaciones.
No tenía intenciones de dispararle a ellos, llamaría mucho la atención.

Taeyong apresuraba su paso abriendo cada una de las habitaciones con fuerza, no podía verlo, pero podía escucharlo a la perfección.

Nuestra mansión era grande y encontrar a Jungkook se les podría complicar, lo cual estaba a mi favor.

Con cuidado logré subir al segundo piso, mi corazón estaba latiendo muy fuerte... Si Taeyong me descubría, era capaz de asesinarme.

✴️✴️✴️

-V... -susurré mirándolo de reojo.

Él movió la cabeza para decirme que me estaba escuchando.

-Tengo una navaja en el pantalón...

Susurré muy bajito.

Estábamos amarrados en una silla mientras que dos tipos estaban cuidado la entrada de la sala secundaria. Seokjin estaba del otro lado solo y eso me preocupaba.

-Créeme que lo sé. -dijo mirando con picardía mi entrepierna.

-Carajo, no es momento de bromas. -le gruñí.

-Lo siento, lo siento. -sonrió. -Sólo quería romper el hielo.

-Cállate y escúchame. -susurré mirando al frente.
-Mete la mano en mi bolsillo y tómala,  libérate, luego a mi y vamos por Jin.

-¡Hey! ¡Dejen de hablar! -nos grito uno  de los tipos.

Ambos nos quedamos estáticos mirando al frente.

-V, hazlo ahora. -susurré.

-Suga... ¿Estás loco? -me dijo frunciendo el ceño.