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" Time to play the victim now."

El gran salón estaba repleto de la gente de Taeyong, la música estaba al tope y mucho alcohol y drogas.

La gente bailaba y se sentía la energía del lugar, las luces de neón se repartían por todos lados. No me atrevía a bailar, sólo estaba allí con un vaso de vodka caro mientras observaba desde el balcón.

-No creo que vayas a divertirte si miras todo desde acá arriba. -me dijo Taeyong con un vaso entre sus manos al igual que yo.

-Bueno... Creí que me darías alguna autorización para bajar. -le mencioné como si fuera lo más normal del mundo.

-¿Qué? -se rió. -Jimin, si quieres bajar hazlo, si quieres beber hazlo, si quieres besar o acostarte con alguien hazlo, eres libre aquí.

Lo miré sin entender, creo que jamás había escuchado eso antes y eso me confundió.

-Ve a bailar, te lo mereces. -me tomó del hombro.
-Diviértete.

Fue lo último que me dijo para irse.

Me quedé mirando hacia abajo y me entró la curiosidad... Tomé el resto de la bebida de una pasaba para luego bajar.

Tropecé con algunas personas mientras pasaba, estaba algo abrumado.
Había pasado mucho tiempo de haber ido a una fiesta, las que había ido era para hacer el tráfico de personas o sólo para emborracharme y olvidarme de todo por una noche.

Quizás eso era lo que quería hacer ahora.

Un ritmo pegajoso sonó e inconscientemente mi cuerpo seguía el ritmo con gracia.

Mis caderas se movían con más libertad y una sonrisa se dibujo en mi rostro mientras bailaba, siempre me habían dicho que les gustaba verme bailar.

Mi cuerpo se movía sensualmente, atrapando algunas miradas.

Mis manos acariciaban mi cuerpo, mi cabeza se movía con gracia de un lado a otro.

Algunos chicos me miraba más de cerca y con morbosidad.

Les regale una sonrisa coqueta mientras seguía con mis movimientos.
Uno de ellos fue el primero en acercarse, sin perder mucho tiempo pose mis manos detrás de su cuello, mis caderas chocaban con su pelvis rozando mi trasero.

El contacto visual se hizo presente, mordí mis labios al ver al chico tan apuesto que estaba entre mis redes.

Sus manos apresaron mis caderas siguiendo mis movimientos y quedando impresionado por mi habilidad por moverlas.

Me di la vuelta para apegar mi trasero en su entrepierna y comenzar a menearlo con sensualidad.
Creo que ese se había convertido en mi segundo nombre.

Otro chico se acercó de frente a bailar me, el que está a detrás de mí comenzó a besar mi cuello mientras que el que estaba en frente mío atacó mis labios, con obvias razones correspondí con gusto.

Mi cuerpo se movía en medio de ambos en un baile más que erótico.

Me separé riendo para seguir con lo mío.

꧁CRUEL INTENCIÓN꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora