8. The Return Journey

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Pasó mucho tiempo del que puedo recordar. Debieron ser meses. La madre de Maho era todo lo que podía esperar: una mujer de asperos ideales y de intensa terquedad ante lo demás, fría en todos los aspectos. Durante los entrenamientos asediabame con todo lo que tenía a su alcance, si era un StuG III lo que utilizaba, usaba solo una bala, dos si era necesario, para derribarme en el acto. Era un muro inquebrantable.

Durante mi estancia sucedieron muchas cosas en las otras escuelas, de esto estoy seguro, la más afectada de esto fue BC Freedom. De estos tengo particular conocimiento, la mayoría de los periodicos escolares que recibía Shiho hablaban de lo ocurrido con su comandante Marie, quien descuido la escuela durante cerca de cinco meses, haciendo una gran hambruna. Todo se solucionó cuando Ágioi, del cual tenía mis dudas y miedos cuando nos presentaron en Colombia, la destituyó del poder convirtiendose en el nuevo lider de la academia francesa. Como si fuera un Robespierre, logrando una revolución franco-mexicana.

—¿Qué piensas de esto, Liam? —Preguntó Shiho.

—No hay mucho que decir, maestra. No puedo decir si era algo que estaba destinado a pasar, tampoco que era algo que la comandante Marie buscó. Hablar de temas sin conocimiento no es mi manera de hacer las cosas. En cuanto a su nuevo lider, Ágioi, cuando lo conocí sentí pavor. Sé de lo que hablo.

—Sentir miedo ya no es una opción.

—Ese tipo de emociones no se pueden controlar, maestra. El miedo consume hasta los más grandes guerreros, si me enfrentara a Tartaro en un combate de espada, seguramente, esta resbalaría de mis manos con solo sentir su presencia. «Preferiríamos que nuestra causa se juzgue por los propósitos y la adversaria por los resultados», lo dijo el maestro Zuleta mucho tiempo atrás... hay cosas que solo pueden ser catálogadas de esta manera.

—Liam, ¿cuál es la verdad?

—No lo sé, la verdad puede ser una mentira y, aún así, no sabría que pensar de lo que ocurre en BC.

Habían pasado muchas cosas. Cada día que pasaba mi maestra sometiame a grandes trabajos físicos, mentales y de resistencia. Pasé días sin comer, sin dormir y descanso alguno. Aceptando el camino que se me había impuesto desde aquel día. Un día cualquiera, cuando el concepto de tiempo se había perdido, mirabame al espejo, reconociendo la diferencia de cuando fui recibido por la cabeza de los Nishizumi al momento. Había adquirido estatura, podía decir que estaba a la misma de Daniel en ese momento, y musculatura.

De lo ocurrido con el libro puedo decir otra cosa. Aquel texto del autor ruso cobró demasiada importancia para mí que, durante mucho tiempo, contribuyó a mis noches de desvelo y salud emocional. Desconozco cuántas veces leí sus tres partes, los mismos sucesos una y otra vez, con desespero.

La primera vez llevóme una sorpresa al final, un mensaje. Estaba en el patio, observando como las calmadas nubles blancas se desperdigaban y chocaban unas con otras cuando, al final de la última página, después de todos los señalamientos de los puntos de referencia de la obra, había una carta. Cuando la tomé el corazón hizo un salto repentido, por un momento se detuvo. Su caligrafía estaba en ella, la caligrafía de Maho, ella había escrito la carta, esperando pacientemente que llegase al final del libro para poder encontrarla.

"A Liam:

Desconozco cuánto ha pasado desde que entregué este libro, si alguna vez llegaste a leerlo o, por mera casualidad, encontraste la carta al revisar sus últimas páginas. Al entregarte este libro, tal vez, di las gracias o no lo hice. Al tratarse de asuntos delicados no soy muy buena con las palabras. Has hecho lo posible para estar a mi lado las últimas semanas y me siento, realmente, muy agradecida. Has logrado que recobrase una sonrisa, la cual hace mucho creí perdida desde que fui incapaz de proteger a Miho del estilo Nishizumi.

Serie Fanfic Girls Und Panzer #1: Sobre La Guerra Y El AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora