9. The Exiles

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Planeabamos la estrategia. En el rostro de los integrantes se notaba la confianza para afrontar a BC Freedom: montaban los tanques con seguridad, destruían los objetivos de practica en los movimientos necesarios que Maho requería que se hicieran y, puedo decir, todo iba planeado a lo acordado. La única preocupación en mi mente era la discusión con Miho, si ella volvía a Kuromorimine tendríamos las posibilidades intactas.

Estaba, luego de la práctica, junto a mis demás compañeros revisando algunos de los problemas que había presentado el tanque durante el entrenamiento para tenerlo reparado lo más pronto posible en el poco tiempo que teníamo en nuestras manos.

—Hoy nos fue como una mierda —dijo Mikaela —. Marica, si hace rato que no montaba esta vaina así.

—No sóis quien lo maneja, ¿de qué te quejáis, tía? —Refunfuñó Calypso.

—Mija, se me tranquiliza que aquí el más afectado soy yo —Francisco interrumpió —. ¡Tenemos mucha mierda ahora y no quiero más estres!

—Pacho, calle la jeta que usted no es quien para dar ordenes —Daniel le respondió.

—¡Negro, callese que es por eso que no consigue novio!

—No consigo novio porque no hay chino lindo aquí, gran pendejo de mierda.

—Liam es lindo —Mikaela mencionó.

—No es mi tipo.

Suspiré.

—Sé que no soy el indicado para decirlo... pero, ¿qué hijueputas, parce? Marica, mientras concentrense en acabar esta mierda, no quiero que la comandante me venga a regañar —dije.

—Esa vaga no le hace nada, papi. Eso ya lo sabe hasta su mamá —respondió.

—Mi mami no lo sabe.

—¿Muy chistoso, catrejijueputa? —Se cogió un zapato —. Esos chistesitos se los cuenta a alguien más si no quiere un traque.

—Ah, como extrañaba oiros daros de hostias con las palabras —Cal interrumpió —. Necesito engrasar el manubrio, pasadme el aceite... sin pelearos, por favor.

Hice lo que pidió. Arroje el tarro con lo requerido a Mikaela y ella se lo dio a Calypso dentro del tanque. Inmediatamente erguí la espalda.

—Oiga, Liam —llamó Mikaela.

—¿Qué le pasó? —Dije.

—Mi parcerito, le tengo el plan del día. Un chorro bien rico. Purito vodka y aguardiente

—¿Cómo así? Es más, ¿usted cómo hizo para conseguirse una garrafa por acá? Marica, usted no es mayor de edad.

—Ay, tengo mis recursos, papi. ¿Qué dice? ¿Chorro toda la noche con música a todo volumen?

—Hasta no me suena tan mal. ¿Quién más va?

—Estos hijueputas no jartan, solo somos los dos.

—Mucha mierda más apagada.

—Ni una de esas japonesas va. Son muy culicagadas con lo del alcohol.

Calypso tocó la escotilla del tanque con una herramienta.

—Os dije que yo iba, tía —interrumpió —. Siempre es lo mismo contigo, Mikaela. Me olvidáis para algún plan idiota que tengas, me gustan vuestras idioteces.

—Ah, listo. Ahí lo tiene. Esta china es toda real, no como ese par de negros falsos de mierda —señaló a Daniel y Francisco.

Los dos soltaron una exclamación en cuanto a lo dicho por ella.

Serie Fanfic Girls Und Panzer #1: Sobre La Guerra Y El AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora