Vulkan He'stan, Padre Forjador de los Salamandras, viaja por la galaxia buscando las últimas reliquias que escondió su Primarca y con ello espera encontrar el paradero de este, con el fin de que vuelva a dirigir al Capítulo de los Nacidos del Fuego...
Bienvenidos camaradas leales, xenos y sirvientes de los poderes ruinosos, les traigo un nuevo capítulo que espero los entretenga:
INSIDIA
El crucero de asalto regresó a Nocturne llevando el "Carruaje de Obsidiana", Argos y Vel'cona se ofrecieron para escoltarlos junto con tres escuadras de veteranos del capítulo y una de exploradores mientras la barcaza "Llama Forjada" y el crucero de Gael, "Sophos Rex" entraron en la disformidad rumbo al encuentro del regente del Imperium Nihilus a las afueras de su dominio, pronto fueron ocho días de travesía.
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CRUCERO DE ASALTO
Annelies no tuvo otra oportunidad para hablar con el Padre Forjador, ella como alguien ajena a la nave no tenía labores obligatorios que cumplir, por lo que ocupó su tiempo libre estudiando las enseñanzas de la Eclesiarquía, orando, entrenando a su escuadra y a Su'ane, la cual resultó ser bastante competente en el cuerpo a cuerpo y con armas blancas; no obstante su habilidad como tiradora no era remarcable, al menos en comparación con su escuadra de serafines que incluso disparaban dos bólter mientras descendían sobre el enemigo con letal precisión; empero la hospitalaria era quien menos le preocupaba. Hoshi actuó distante con ella, y sus capacidades de combate se vieron mermadas, no era algo visible para las demás hermanas, pero si para Annelies que en docenas de batallas luchó codo con codo junto a ella, y que su segunda al mando, quien debía cuidarle la espalda no estuviera en óptimas condiciones le preocupaba, eran muy unidas, le debía más que a nadie.
Ariadne comprendió mejor la trascendencia de hallar a Vulkan, más no se fiaba del mago, habían muchas áreas restringidas para ellas, no le hubiera molestado si fueran zonas reducidas pero se mantenían dentro de los dormitorios, comedores, gimnasios, puente y una habitación forja donde podían solicitar ayuda de los tecnosacerdotes que trabajaban a las órdenes de Gael, mientras las bodegas de los Skitarii y los almacenes donde guardaban los vehículos incluyendo su Rhino les era negado; deseaba transmitir sus dudas a Annelies pero no quería hacerlo sola, su principal problema era ese, pues no tenía amigas con las cuales apoyarse, sus hermanas de batalla aunque leales no le tenían aprecio real, y era culpa suya por no fraternizar, tuvo que recurrir a la única persona que sabía podría convencer.
- ¿Estás segura?- pronunció la pelirroja todavía indecisa.
-No temas, Su. Solo quiero saber la opinión de Annelies, sea lo que ella decida y mientras yo me mantendré alerta- mencionó relajada.
Ambas vestían túnicas azules pero Su'ane usaba su velo de la orden hospitalaria, llegaron a la habitación de la Palatina y golpearon la puerta metálica, esperaron e intentaron de nuevo, no recibieron respuesta.
-No está aquí- expresó Aga.
Ariadne frunció el entrecejo -Vayamos con Hoshi, debe estar ahí y de lo contrario sabrá dónde está nuestra Palatina.
