Vulkan He'stan, Padre Forjador de los Salamandras, viaja por la galaxia buscando las últimas reliquias que escondió su Primarca y con ello espera encontrar el paradero de este, con el fin de que vuelva a dirigir al Capítulo de los Nacidos del Fuego...
Me he tardado, este es un capítulo que vale por dos como consuelo, jajajaja, no los distraigo más:
Los cultistas y sus tanques Leman Russ profanados chocaron contra la muralla, los defensores Kin junto a la guardia imperial y Salamandras contuvieron la primera oleada apenas con bajas Kin y soldados del regimiento imperial; ningún Salamandra fue siquiera herido.
Los escasos enemigos que sobrevivieron a la andanada de fuego se escabulleron de regreso a sus filas, unos cuántos más cayeron ante los francotiradores; la artillería enemiga no pudo ser tomada y las fuerzas de ataque regresaron tras una apabullante derrota donde perdieron siete hermanos de batalla.
Los misiles y ojivas continuaron impactando contra los escudos, y los obuses de los defensores respondieron al ataque impactando contra el escudo de los guerreros del hierro que protegía sus líneas.
-Este asedio es infructuoso, tanto para ellos como para nosotros- mencionó Thran, desde su torre analizaba el desarrollo de la batalla.
-No, les está resultando- indicó Adrax Agatone -Probaron nuestras fuerzas y ahora saben que no tenemos los números para asaltar sus posiciones de artillería, se volverán más osados de ahora en adelante.
El kin tragó saliva - ¿La población fue reubicada?
-El Señor del Capítulo se encarga de ello, los llevan a las naves para la extracción tan pronto como sea posible.
- ¿Qué hay de la teletransportación?
Adrax negó con la cabeza -Con una flota del caos en órbita no es una opción.
Thran dio un fuerte suspiro -He defendido tanto tiempo este mundo que nunca pensé en abandonarlo.
-Si defienden su planeta, nosotros le ayudaremos; si defienden sus vidas, nosotros daremos las nuestras por las suyas- expresó Agatone con condescendencia.
Thran asintió en comprensión -Zero vivirá, donde su gente viva.
-Bien dicho, general.
Agatone mira al horizonte, el humo de las máquinas, la arena elevándose tras su paso, una nueva oleada se acercaba.
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He'stan cayó de rodillas, un sentimiento doloroso se arremolinó en sus corazones - ¡Malditos! ¡Mil veces malditos!- clamó con tal rabia que encogió los corazones de los que lo presenciaron.
-Padre Forjador- pronunció Praetor consternado por la rabia de He'stan; los bramidos de He'stan sonaban como los rugidos de las enormes Salamandras de Nocturne -Levántese, por favor.
- ¡La reliquia de nuestro padre!- gruñó casi quebrando su voz-. Ha sido profanada y sus colores ultrajados, usada para despojar de vida a los inocentes. Lo pagarán- se puso de pie con violencia -. Por Vulkan, lo pagarán.
