05.

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Desperté, apagué la alarma. ¿Señal? No tenía, de vez en cuando ayer entraron unas llamadas perdidas de Jimin y unas del maldito L, en conclusión, llamaría a Jimin en el colegio, aquí en casa me era imposible.

Sólo una ducha podría relajarme y prepararme para lo que venía, así que, sin pensarlo me despojé de mi pijama y partí a mi baño por el pasillo envuelta en mi toalla.
Agradecí que Kim me haya dejado la segunda planta para mí.
Me duché y al salir, me puse mi uniforme y mis tacones del mismo color azul.

Las cosas estaban todas en cajas aún, así que, saqué lo que primero vi de mi maleta.
Sequé mi cabello, pinté mis ojos - como siempre lo hacía - al bajar había una nota en la mesa que decía:

"Salí en busca de trabajo, que tengas un buen primer día de clases, juntos en la tarde cocinaremos y ordenaremos, te ama, papá"

Sonreí y sentí que tocaban la puerta. Era Soso, quién más.
A pesar de que no la conozco, se notaba que era una buena persona, dulce y amable como Ani.

Abro la puerta y ahí estaba ella, con su mochila puesta en ambos hombros, moviendo sus pies y mirando hacia el suelo.

—¡Buen día! — ahí estaba ella, sonriendo, tenía los ojos de color miel, supongo que del padre, ya que Ani los tenía cafés, como los míos. Sólo tenía la sonrisa de su madre. Sonreí porque se parecía mucho a ella. Era hermosa.

—¡Buen día! Y Gracias.

—De nada ¿Tomaste desayuno?

—¿No? — arrugué mi nariz y cerré la puerta tras de mí.

—Mamá lo supuso, así que te mandó esto — Soso extendió su mano.

Al abrir la bolsa de papel, pude darme cuenta que había un jugo, una banana y medio emparedado.

—Gracias — miré a Soso sonriente de verdad agradecida. Ella solo levantó los hombros para sonreír más y comenzar a caminar.

Mientras comía caminabamos juntas.
Ella era una chica muy sonriente.
Era guapa, sencilla y sentía que podríamos llevarnos bien.

—¿Hay que caminar mucho? — le dije reafirmando mi cartera en mi hombro, mi bella y adorada ELLE, lo penúltimo que alcancé a adquirir de la temporada.

—No, para nada. Son como seis cuadras.

—¿Seis cuadras? ¿Me estás bromeando? Kim dijo que era cerca — puse los ojos en blanco.

—¡No! ¿Por qué lo haría? De verdad, no debiste venir con esos tacones. —ella sonrió y me miró los pies.

—¿Y si vamos en mi auto?

—No, si es cerca, además tu papá le dijo a mi mamá que nada de auto.

No era que no fuera deportista ni nada, lo era, yo era la capitana de porristas, entrenábamos tres veces por semana y a eso, le sumaba que hacia natación, era algo que mamá me enseñó, ya que ella practicaba mucho y me dejó como herencia el amor al agua, pero mis tacones no ayudaban en nada.

Seguimos caminando, habían muchos silencios incómodos, sólo el sonar de mis tacones en la solera hacían el sonido de fondo.

—¿Vas a último año no?

—Sip — respondí.

—¿Eras porrista? — me miró y sonrió caminando con las manos atrás.

—Sí, ¿por qué?

—Era obvio — Soso se encogió de hombros y siguió caminando mirando al suelo.

—¿Tienes novio? — me preguntó como si fuera una entrevista.

—Tenía, me engañó con una cualquiera.

—¿Lo amas?

—Eres bastante preguntona ¿ah? — ne reí. No me enfadaba, para nada.

Ella y yo nos sonreímos y seguimos el rumbo.

—Es solo curiosidad. Yo nunca he tenido novio, ni menos me he enamorado — dijo Soso mirando al suelo.

—Ya llegará alguien especial, por ahora no malgastes tu tiempo con nadie que no lo merezca.

Soso me miró y sonrió. Y así seguimos caminando.

Al llegar habían muchos chicos en Skate, otros llegaban en bicicleta. Y autos viejos aparcando en el pequeño estacionamiento.

—Bueno, te dejo aquí, a la salida estaré aquí mismo esperándote. ¡Suerte!

Soso me sonrió y dió media vuelta para adentrarse en esa jungla.
Caminé derecho hacia donde vi estaba la entrada, o por lo menos por ahí entró Soso.
Todos me miraban como bicho raro, como extraterrestre o peor aún, como si tuviera varicela.

Chicos me miraban y hacían comentarios raros al pasar, otros solo hacían hablaban de mí, de lo bonita y guapa que era.

—¿Dios te olvidaste de mí? — miré al cielo y me introduje en esa selva, las chicas me miraban de pies a cabeza, ignorándolas seguí segura mi camino. A Kim le pasaron un papel con mi horario y el número de mi taquilla, 404, así que eso es lo que llevaba en la mano.

Caminé como turista principiante buscando el número, hasta encontrarlo.
Me sentía como cuando salí del país por primera vez con Jimin, solos, a Roma, solos, a los trece años, ¡solos! —sonreí por los recuerdos de esa vez.

Seguí recorriendo los pasillos, y mucha gente pasaba por mi lado, una chica 'Emo' 'Punk' lo que sea, pasó por mi lado casi sacando mi hombro de lugar.
Me sobé callada el hombro y seguí mi recorrido.
—400, 401,402, cerca ¡Sí! ... 404. —Sonrío al verlo.

Estaba sucio y descuidado — Arrugué mi nariz.
Al abrirlo escuché un grito que me estremeció.

—¡Hey Hey Cuidadoooooo! — Una voz grave.

No alcancé a girar cuando un chico Skater se aproximó a mí, tomándome por la cintura y cayendo al suelo, conmigo sobre él.

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Capitulo corto unnies.
Las quiero y por ustedes escribo.
Comenten y den estrellitas. Se viene el amor!!!!!
Estoy super entusiasmada con la historia 💕✔

ELLA ERA RICA - BTS - TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora