ELLA ERA RICA - BTS - Taehyung

28.

-¿Qué haces...

-¿Aquí? - leyó mi mente. Sus ojos estaban rojos. Como si hubiese llorado. Pero tenía esa sonrisa ladeada que me encantaba. Mi corazón ¡Rayos! Lo sentía en mi garganta. Vestía de negro y unos lentes del mismo color.

-Claro.. Quiero decir... - si, estaba nerviosa. Él se acercó como pudo a mí. - ¿Cómo me llamaste? Y sonrió aun más.

-G - sonrió para continuar - G - dijo lento y seductor.

-Tae yo ... - dije pero alcancé a terminar ...

-Te recuerdo un poco Kim Seoul.. No del todo pero mientras te observaba cuando te ibas con Jungkook. Un sentimiento que no explico me invadió. Y comenzó a doler mi cabeza más que nunca... - Mis ojos se cristalizaban, el caminaba lento hacia mi. - Y ahí estaba... Una imagen tuya en mi cabeza... Me besabas... Y no era mi sueño. Te recordaba.
Entonces sentí celos Seoul.
¿Por qué no me dijiste?

-Tae yo, lo siento - dije secando una lágrima.

-Acaso ¿te gusta Jungkook? - dijo con cara de dolor y dudando.

-Noooo! - me acerque a él. - No te dije porque el médico dijo que no debías recibir noticias fuertes ni nada relacionado al accidente. Yo estoy incluida - mis lágrimas caían - En cierto modo es mi culpa tu accidente - lloré y tapé mi rostro...

El se acercó a mí y me tomó por los hombros.
-¿Te gusta Jungkook? - volvió a decir y rascó su rariz para volver a sujetarme de los hombros.

-Tae .. - Dije mirándolo y llorando...

-¡No me importa! - susurró y me besó agarrando entre sus manos mi rostro. Ahí estaba, sus labios de nuevo en los míos. Era un beso dulce a pesar de lo salado de mis lágrimas. Lento y más lento, sus ojos estaban cerrados. Su lengua danzaba en mi boca. Y se alejó un par de centímetros de mi para susurrar -No me importa si te gusta, te conquistaré como sea, las veces que sea...

-Te quiero a ti Taehyung - le susurré y esta vez yo tomé su nuca y lo acerqué a mí, capturé su labio inferior e inmediatamente sus labios me capturaron con su exquisito sabor suave, esos labios adictivos que se movían sobre mi boca.

Esos labios que se me hacían sentir que nada importaba y que dentro de mí podía nacer un zoológico de tanto sentir. Él respiraba acelerado hasta que se detuvo.

-Te recuerdo - me susurró, sus labios estaban un poco rosados e inchados.

-Mi Tae está de vuelta - dije riendome y con ambos brazos abrazando su cuello. Mis manos se perdían en los cabellos de su nuca.

-Súper Tae ha recordado y he volado hacia acá - bromeó por su disfraz de hace un momento.

-Eres el Súperman mas irresistible que conozco. -Sonreí.

-Y yo debo confesar que de pequeño quise besar a la power ranyer rosa - me dio un beso corto en los labios.

-¡Tonto! - reí.

-Debo irme. - se puso serio mientras sus manos seguían en mi cintura. Me apretó contra él y me volvió a besar cortamente - Ahora entiendo por qué te deseaba tanto - sonrió y yo me reí - No tienes idea lo que ese vestido provocaba en mí - rió.

-Ya no me visto así - dije seria.

-Después entendí que no eran los tacones - sonrió de lado y besó mi frente. - Debo irme. Son las una - me dijo alejándose sin dejar de mirarme.

-¿Mañana trabajas?

-Sip - dije riendo.

-Después de ver al doc iré por un beso sabor a Capuchino.

-Ve con cuidado - dije y me concentré en abrir la puerta. La sonrisa nadie me la sacaba.

-¡Ahh! Seoul - dijo volviéndose a mí.

-Dime - dije sonriendo.

-¡Lo siento! - dijo serio.

Mi cara fue extraña o no supe como reaccionar a aquella disculpa.

-Pasaré toda mi vida haciendo nuevos recuerdos contigo. Si me lo... Permites
-soltó tímido.
Le sonreí y mis ojos se cristalizaron.

-Nos vemos - agitó su mano y se marchó.

Entré a casa. El cambio de temperatura era agradable. Sequé mis lágrimas y sonreí feliz.

-¿Como te fue? - gritó Kim de su habitación que estaba en el primer piso. - ¡¡¡Excelente!!! - grité.

-Buenas noches amor! - dijo para luego añadir - ¡Me alegra!

Subí las escaleras con el cuidado que mi pie requería. Y casi flotando me recoste. Saqué con cuidado la bota y la ropa de JK que traía puesta. Eso me hizo pensar en él. Tendría que hablarle.

Una vez que me había duchado me acosté, ya eran las dos de la madrugada.

Jiminie llegó a mi cuarto en silencio. Sin asustarme.

-¿Y tú? - dije despierta ya que recién me había acostado.

-Seoul - susurró afirmado con un hombro de la puerta - Besé a Soso.

......

¿les gusto? Siganlaaaa!