13.

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Abrí mis ojos. El sol estaba entrando por mi ventana. Ya era hora de levantarse, o quizás venía rato que ya el sol iluminaba mi habitación y ni cuenta me di. Me giré para ver a Jimin, pero no estaba en su cuna —sonrío — ¿Estaría abajo? — revisé mi celular, eran las once veinte. ¿Dónde se había metido Jimin? ¿Tanto dormí?
Me levanté y bajé. En la mesa había una carta de Kim.

"Cielo, hoy tengo una entrevista prometedora, creo que al fin Daegu me abre sus brazos. Te amo. Llegaré tarde si me va bien. Cuidense el uno al otro con Jimin. Te ama. Papá.
Pd. Cada día cocinas mejor."

Sonreí. Si bien con papá nunca hablábamos tanto. Acá en Daegu
—Perdón, Tokio para mí y para todo mi ex mundo — ya eramos más padre e hija. Pero ¿Dónde diablos estaba Jimin?

La puerta sonó y Jimin llegó sacándose los auriculares y haciendo algo en el teléfono.

—¿Fuiste a correr? — me crucé de brazos afirmandome en la pared de la escalera.

—Nada mejor que seis kilómetros en la mañana nena — me sonrió e intentó darme un abrazo.

—Ni lo sueñes, ¡ve a bañarte! — le hice un gesto con mi cabeza apuntando la segunda planta — Yo prepararé desayuno — dije para creerme de mis nuevas habilidades.

—¡Suena bien! — subió corriendo y sudado escalera arriba — ¡Mientras no me envenenes! — gritó y yo sonreí.

Me quedé de pie a las escaleras, pensando en el beso de Taehyung. Pasé mis manos por mis labios y allí está él — en mi mente claro — Una y otra vez venía a mi cabeza el momento vivido ayer con él.

Mi corazón comenzó a acelerarse, así que rápidamente me volteé y me dirigí a la cocina, preparé el desayuno y sentí a Jimin bajando, justo cuando la puerta sonaba ¿Quién sería?

—¡Yo abro! — gritó mi amigo.

A los segundos capté que Jimin y la visita no aparecían. Me fui hacia la entrada y ahí estaba Soso, con la boca más abierta que cocodrilo a la hora de cenar. ¡Y claro como no! — Jimin solo llevaba la toalla blanca en la cintura — Rodé los ojos y tomé a Soso del antebrazo y la hice pasar.

—Lo... ¡Lo... Siento! — tartamudeó ella girándose para darle la espalda a Jimin quien reía de forma maliciosa.

—¡Ve a vestirte! — le ordené riendo. Jimin subió las escaleras lentamente y mirando a Soso de ves en cuando.

—¡Lo siento Seoul! Yo solo venía por un recado de mi madre y para saber como estabas. Supe lo que pasó en la fiesta de Jungkook.

—Tranquila — le dije haciendo que me siguiera a la cocina — ¿Por qué lo sientes? — Sonreí.

—Estás ocupada con tu novio.. — sus mejillas se sonrojaron y miró al suelo. Yo solo estallé en risa.

—¿Jimin? Él es mi mejor amigo — apreté mi vientre por la risa y sequé una lágrima.

—Eso es lo que me dijo Tae... — se quedó callada después de nombrar a su hermano. Ahí estaba. Apareciendo en mi mente él de nuevo. Me puse seria.

—¿Qué te dijo Taehyung? — dije haciéndola que se acercara más a mí.

—Llegó enfadado a casa. Temprano y sin Valery, ¡Hummmh! — miró al cielo para pensar — Luego mamá quizo saber que pasaba y por eso me mando hasta acá, bueno, Tae solo se encerró en su habitación. Así que a la media hora mamá me mandó a su cuarto a dejarle comida y a averiguar que pasaba
Y bueno así como fue que se sinceró.

ELLA ERA RICA - BTS - TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora