ELLA ERA RICA - BTS - Taehyung

14.

¿Que qué había dicho Taehyung?
Debía se una broma y se lo dije.

—¿Estás de broma Tae? porque no ando de ánimos.

—GG... — Él iba a hablar, pero fuimos interrumpidos por...

—¡Vaya vaya!

Valery y su Team de brutas.

—Hoy te pasaste Valery — dijo Tae poniéndose delante de mí.

—¿Qué diablos haces aquí Taetae? No me digas — se quedó callada y rió sin ganas.

—Piensa lo que quieras — respondió en seco.

—¿Cuándo te han gustado las huecas? Juntos nos reíamos de sus estúpidos looks, juntos nos reímos siempre de ella — dijo enfadada.

¿A que se refería con siempre?

—¡Basta! — elevó la voz, su voz grave. Taehyung tomó mi mano y salió de ahí conmigo tras él.

Nos fuimos por el pasillo, Tae me llevaba de la muñeca y no se a donde, la verdad estaba muy confundida.
Me dolía que juntos se rieran de mí. A mis espaldas claro. Me sentía humillada. Para variar.

Llegamos al jardín precioso que tenía este lugar, creo que el patio trasero, donde nadie iba, pero alguien lo mantenía hermoso.

—Tae — susurré y el soltó mi brazo, seguía concentrado en si la babosa nos siguía o no. Pero se giró hacia mí para prestarme atención.

—¿Estás bien? — me tomó con ambas manos todo el rostro. No me había dado cuenta que mis ojos se habían humedecido.

Me solté de su agarre y le di la espalda.

—¿Por qué haces esto? — me crucé de brazos — ¿por qué si te burlabas de mí? ¿por qué si me repudias? Jamás te he pedido ayuda y...

—GG yo...

—Gracias Kim Taehyung, pero jamás te he pedí ayuda.

Salí de ahí y tenía una clase más, tenía hambre, pero no creo que en español me hechara de menos la profesora. Tomé las cosas de mi taquilla y me marché.
Soso tenía razón, éstas tenis eran cómodas, dolían un poco por la falta de costumbre, pero más dolía mi vida.

[...]

Caminé cuadras y cuadras para llegar a mi casa. Y afuera estaba Soso, sentada mirando al suelo afirmada en sus rodillas que rodeaba con sus brazos.

La miré y no fue necesario decir nada.
Se puso de pie y camino a abrazarme.
Allí lloré.
Le agradecía a Dios por poner a Soso en mi camino. Valoraba su amistad. ¡Si! Ella ya era mi amiga. Siempre tuve a Jimin y no necesité a nadie más, ahora ella era mi hermana.

—¡Tranquila Seoul!

—Gracias — alargué con una voz súper nasal producto de el llanto.

—Aún llorando te ves como una barbie — soltó y yo reí.

—Entremos — le dije y la invité a pasar.

Le conté todo lo que había pasado.
Ella me pidió disculpas en nombre de su hermano, la babosa, su escuela...

La verdad no entendía por qué me pasaban estas cosas a mí, siempre fui la favorita de todos, la más deseada de la escuela, la capitana de las porristas, la más estilosa, nunca jamás tuve problemas con el dinero, mis tarjetas eran ilimitadas y la verdad nunca supe lo que era necesidad, tenía al chico más candente a mis pies y un buen mejor amigo.
Ahora no tenía nada ni a ninguno de ellos.