Echaba de menos aquellos momentos en los que era feliz y no me daba cuenta, en los que veía todo negro, sin motivo alguno.
Ahora la soledad era mi compañia, la compañia era un recuerdo, un recuerdo lejano.
No entendía nada, ¿por qué a mi? Me arruinaban cada día, me arruinaban la vida. Lo sé, sé que era divertido para ellos, pero dolía mucho, y no se daban cuenta, me destrozaban la vida, pero les daba igual. Me hacían daño, normal, yo también me lo haría, era horrible, lo entiendía. Me quitaban la soledad y no me daban compañía. No entendía nada, ¿por qué era el fruto de sus desahogos?
Sé que sería egoísta desear que le pasara a otra persona, pero es que no aguantaba más.
Necesitaba volver a sonreír de verdad, necesitaba poder contarle cosas a la gente, sin pensar que cualquiera me podría defraudar cada segundo.
Necesitaba tener infancia, ser una niña, una niña normal.
ESTÁS LEYENDO
Buscando la salida
عشوائيA veces, la vida no tiene sentido para algunas personas, y, por mucho que intenten salir adelante, no lo consiguen. Se cierran en un mundo distinto, sin verle lógica a nada. La salida que encuentra alguna gente, no es lo que de pequeños soñaban hace...