En el psicólogo...
-A ver, cariño, cuéntame. -dijo intentando ser amable.
-¿Cariño? No me llames cariño, por favor, me entran náuseas -respondí yo, aclarando mi actitud.
-Lo siento... ¿Carol? ¿Te puedo llamar así?.
-Prefiero Carolina, gracias.
-Vale, Carolina. Te conozco desde hace bastante tiempo, y aún te niegas a contarme nada -afirmó intentando parecer triste.
-No digas que me conoces, por favor. No me conoces. Ni tú ni nadie me conoce. No tengo por qué contarle nada de mi vida a nadie -le dejé claro.
-Déjame decirte que me parece un poco mala tu actitud de reaccionar ante alguien que te quiere ayudar.
-Tú no me quieres ayudar, solo quieres seguir recibiendo dinero por parte de mi padre, sin dar nada a cambio -le respondí con tono agresivo.
-¿Cómo que sin dar nada a cambio? Estoy intentando ayudarte, pero no me dejas.
-¿Quien te ha pedido ayuda?
-Tu padre. Tu padre la ha pedido.
-Claro, mi padre. Yo doy igual, mis opiniones os dan igual, mis sentimientos os dan igual -argumenté-, pues estoy harta. Dinero, solo eso, todo es dinero para vosotros. Pues tranquila, vendré cada semana para que mi padre te suelte dinero y puedas comprar cosas para tu absurda vida de mierda.
Adiós.
Abandoné la sala, cogí mi móvil, los auriculares, y empecé un trayecto hacia... Hacia no sé donde.
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Buscando la salida
RandomA veces, la vida no tiene sentido para algunas personas, y, por mucho que intenten salir adelante, no lo consiguen. Se cierran en un mundo distinto, sin verle lógica a nada. La salida que encuentra alguna gente, no es lo que de pequeños soñaban hace...