Carol, Carol por favor... Carol, despierta.
Esas fueron las primeras palabras que oí, después de no sé cuánto tiempo.
Era mi hermano, era imposible para mi no reconocer su voz.
Abrí los ojos, y empecé a ver aparatos extraños, a oir pitidos insoportables.
Estaba en el hospital.
-¿Diego? ¿Diego, que pasó?
-Carol... Hace dos semanas llegué a casa después del colegio, y te vi tirada en el suelo, rodeada de sangre. Avisé a papá. Llamó a una ambulancia y te trajeron rápido al hospital -dijo con tono triste.
-Al parecer, habías intentado suicidarte.
¿Por qué? No me puedes dejar solo aquí... Por favor. Te necesito, y lo sabes. Pero por otra parte, no soporto verte así.
-A veces me sorprende que, siendo tan pequeño, seas tan maduro, enano -dije sonriendo.
-Jajaja, a mi me parece mentira que ante una situación como esta, te fijes en mis cualidades, en vez de llorar...
-¿Puedes llamar al médico?
-Sí, voy.
Y se fue para cumplir con mi orden.
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Buscando la salida
RastgeleA veces, la vida no tiene sentido para algunas personas, y, por mucho que intenten salir adelante, no lo consiguen. Se cierran en un mundo distinto, sin verle lógica a nada. La salida que encuentra alguna gente, no es lo que de pequeños soñaban hace...