Viridescent || Nomin (Fanfic Version)

➳ Schizophrenia

Jeno

No se en que momento me fije de todo el tiempo que habia pasado.

Hoy se cumplían seis meses de la muerte de mi madre, una etapa donde se podría decir que marco mi existencia para siempre. A pesar de no haber tenido un lazo sentimental muy fuerte con ella, siempre sentía que la tenia para mi en los momentos que mas la necesitaba, aunque no supiera que palabras utilizar a la hora de consolarme.

Cuando papá murió, ella tuvo que hacerse cargo de nosotros, encontrar un trabajo de tiempo completo, y ademas, preocuparse de las necesidades hogareñas. La veía destrozada, pero jamas lo quizo demostrar a puertas abiertas.

Un día cualquiera el cual Doyoung y yo jugábamos a las escondidas, era mi turno de encontrarlo, y gracias a unas botellas que chocaron entre si, logre mi objetivo ganando el juego. Mi hermano estaba tirado en el suelo sobando su hombro, había pisado uno de los recipientes vacíos bajo la cama de mi madre.

Habían cientos de ellos, algunos tenían etiquetas coloridas, otros seguían con líquido en el fondo. La cara de Doyoung era aún mas preocupante que la mía, y leía en voz alta los nombres de cada uno.

"tequila"
"vodka"
"wiskhy"

Habían entre unas diez a quince botellas escondidas en esa habitación, y Doyoung con ojos llenos de furia pero al mismo tiempo lagrimas, las agarró llevándolas directo al basurero y metiendo cada una en la gran bolsa negra.

Me gritó desesperado, diciéndome que subiera a mi habitación y no saliera de ahí hasta que él me lo ordenara. En ese momento no quise refutar nada de lo que me dijo, ya que acabábamos de descubrir que mi madre era una alcohólica activa, y obviamente el debía hacer el rol de hermano mayor, el hombre de la casa.

Luego de unas horas, escuche murmullos en la cocina, que pasaron de ser palabras a fuertes gritos. Jamás olvidare ese instante en el que abrí mi puerta tan solo unos centímetros, y dos hombres vestidos de blanco tomaban de los brazos a mi madre mientras ella de rodillas le rogaba a Doyoung que no se la llevaran.

Pocos segundos transcurrieron cuando un portazo se escuchó y el silencio invadió todo mi hogar.

Doyoung pasaba las mangas de su camisa por sus ojos rojos, sollozando y negando con su cabeza.

Mis pies se adentraron a la parte del apartamento donde mi hermano se encontraba, las lagrimas cayeron sin aviso por mis mejillas. Al ver como las cosas pueden cambiar de un momento a otro, me hizo creer que esto no era real, y que la pena que se percibía entre nosotros era solo parte de un mal sueño.

Me abrace a él de la forma mas fuerte posible, y sintiendo como tiritaba bajo mis brazos le articule pequeños "shh" para que mantuviera la calma.

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Una de las cosas que mas se me facilitaba, era la vestimenta para visitar el cementerio o asistir a funerales. Nunca debía preocuparme de estar preparado para una ocasión tan desgarradora, siendo que se trataba de mis padres.

Viendo mi reflejo arreglé mi cabellera negra, el cuello de mi suéter y baje para atar los cordones de mis botines, estaba listo para hacer presencia frente a la tumba de mi madre después de tanto tiempo. Respiré hondo para mantener la calma, sabía que el dolor persistía en mi, pero también sabia que debía aprender a vivir con ello.