➳ The gift

997 139 22
                                    

Jaemin

La saliva recorría por mi garganta al tragar, lo cual sucedía cada treinta segundos. Mis ojos se enfocaban en todo excepto en la hoja llena de letras impresas. Los mil estudiantes dentro del aula, unos tan tranquilos y otros sin ninguna importancia.

Me sentía como el único ser humano a punto de estallar aquí dentro, había preparado tanto este examen final, que eliminé hasta la ultima gota de sudor que mi cuerpo expulsaba, y aun así al llegar, mi mente se bloqueo por completo.

Mis dientes delanteros destrozaban mi labio inferior, la audición se había intensificado un cuarenta por ciento mas como el de un animal, haciendo que escuchara hasta la minima punta de lapiz quebrada, o el simple trazo de un grafito al ser utilizado para escribir.

Debía concentrarme, era el ultimo examen y adiós universidad.

Necesitas concentrarte Jaemin, debes aprobar.

Cerré mis ojos unos instantes, inhale y exhale para regular mi respiración, y en tan solo cinco minutos mi mano se movia por cuenta propia, completando las preguntas sobre el cerebro humano y rellenando las selecciones multiples que trataban de la neuronas.

Estaba ansioso, luego de esto seria titulado en medicina, o mejor dicho en mi especialización... espero poder ser un gran neurólogo.

_______________________________

Expulse un gran suspiro al salir de la gran puerta, viendo a mi alrededor un montón de cuerpos distintos, con bolsos coloridos y muchos libros.

El año habia acabado, la mayoría dice que al ser el ultimo día te sientes feliz, alegre y con mil ganas de saltar por lograr tus objetivos, pero por alguna extraña razón yo no podía sentirme así, y no sabia si eso signficaba algo malo.

En vez de tener esa adrenalina en el centro de mi pecho y la gran sonrisa en la cara, me sentía preocupado, algo daba vueltas en mi cabeza. Quizás eran las mil y un preocupaciones que rondaban dentro de mi vida, la verdad no lose.

Rasque la punta de mi nariz mientras caminaba pacíficamente, notando como poco a poco el lugar quedaba en soledad, tan solo unos cuentos estudiantes despidiendose, profesores arriba de sus autos y trabajadores de limpieza esperando para cerrar las grandes puertas de mi universidad.

Un pequeño aparato vibró en mi bolsillo izquierdo, dando señal de que recibía una llamada.

Al sacar el pequeño aparatito y sostenerlo en mi mano, el nombre de Mamma se hacia presente en la pantalla.

Sonreí involuntariamente, y mi corazón revoloteo como cuando tenia diez años.

- ¡Hola madre! - Contesté de forma fugaz. Al menos algo debía salir bien y subirme el animo en este día.

- ¡Mio caro figlio! - Me respondió con mi idioma natal, el cual sonaba hermoso cuando provenia de la voz de esta mujer.

- Mamá, intenta no hablarme en italiano, o sino después sera mas difícil cuando estés aca - Le dije de la forma mas juguetona posible.

- Querido tienes toda la razón,  aunque nos veremos en tan solo dos semanas, asi que deberas ayudarme un poco. - Escuche una risa complice de fondo, una masculina mejor dicho, era mi padre.

Fruncí el ceño extrañado, ¿dos semanas?, yo aún no habia comprado los boletos de avión, todavia me faltaba un poco de dinero para conseguirlos.

- ¿A que te refieres madre? - Pregunte intentando no sonar un tanto sorprendido.

- ¡Lo que escuchas querido!, los boletos llegaron esta mañana, tu padre esta muy agradecido de que los compraras para nosotros. - Sonaba muy convencida de lo que decía, pero la verdad yo seguia sin entender que sucedia.

Viridescent || Nomin (Fanfic Version)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora