La forma en como la angosta puerta metálica rechino, me causo cierto desagrado mezclado con nostalgia. Nunca había descuidado tanto este lugar, de ser así, seguro mi padre estaría tirandose de los pelos en un colapso nervioso.
No puedo evitar sentir que lo he decepcionado. Esto era lo mas cercano y valioso que conserve de él, igual de significativo que guardar una joya, un album de fotos o hasta las mismas cenizas.
Lo he descuidado tanto, que probablemente debe estar su alma merodeando por todos lados, intentando arreglar lo que para él, es intangible.
- ¡Es hora del show!
La cabellera castaña apareció por entre las hojas decaída de aquel sucio invernadero, con mi antiguo delantal en su mano, y mis tijeras favoritas de podar en la otra.
Su sonrisa era de oreja a oreja, pero yo no podía, por alguna razón, por mucho que quisiera, no podía. La angustia se plasmaba en mi carne, en mi interior, sin tener intenciones buenas de irse pronto.
Costosamente le entregue un leve levantamiento de comisuras, y en un acto inerte, ambas de mis frías manos entraron en los bolsillos delanteros de mi pantalón.
Ya después de unos minutos, uno junto al otro sin hacer ningún movimiento productivo, esa gran sonrisa desapareció, y acto seguido, lo oí chasquear su lengua. Soltando levemente las tijeras y el sucio pedazo de tela.
- ¡Vamos Jeno! - Levanto sus brazos refiriéndose a mi. - Creeme que intento empatizar contigo cariño, pero debes tener fé, al final de cuentas, eso es lo único que nos hace seguir adelante... por algo estamos aquí.
- Estamos aquí porque tu insististe - Lo apunte intentando ser acusatorio pero un tanto carismático.
- Bueno, en ese caso... yo soy tu fé - Se apunto a si mismo esta vez, dándose la razón sin resignación.
Estaba rogando para que no costara, y de hecho, quería darle una oportunidad a esto. Solo que, no dejare de decir que cuesta, demasiado, como no tienen idea.
Desde que tengo a Jaemin en mi vida, la incentivacion ha subido considerablemente a mil. Siempre me hacia ver lo bueno de las cosas, por muy malas que fuesen. Me entregaba su hombro de forma incondicional, y me regalaba esa gran píldora de medicina que a cualquiera podría curar sus malos ratos, una gigantesca sonrisa.
Y eliminé un gran suspiro.
- Esta bien... dime que hacer entonces.
Sus pies se movieron rápidos hacia mi, y en un acto jugueton, revoloteo mi cabello dejando rebotar una grave carcajada en el aire.
- No no no, el que debe decir que hacer, eres tú. Recuerda, este es el invernadero de Lee Jeno - Y me guiño el ojo, dándose media vuelta, y dejándome otra vez con una carga en la cabeza.
¿Que iba a hacer con este chico?
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Jaemin
El gran día había llegado.
¿Alguna vez han tenido esa emoción de volver a ver a alguien después de mucho tiempo?
Pues yo si, exactamente en estos momentos me siento de tal manera.
No se como explicar con exactitud todo lo que esta pasando dentro de mi cuerpo en este instante. Apenas abrí los ojos en la madrugada, mi estomago se contrajo de tal forma que terminé corriendo al baño.
Estaba nervioso claro, pero se suponía que ciertas sensaciones como estas debían experimentarse de manera positiva, ¿no?. Pues suerte la mia que ahora me encuentro exasperado y con las manos completamente sudadas.
Repetía en mi cabeza un y otra vez las cosas que hice para organizar una gran bienvenida, y las recalcaba para confirmar que nada fuese olvidado.
Jeno me miraba con el ceño fruncido, ambos estabamos recostados en mi pequeña cama y yo trazaba lineas en el aire como si tuviese una pizarra imaginaria en frente.
- Creo que deberias guardar un poco la calma.
El brazo del pelinegro paso por sobre mi cabeza, rozando levemente la piel de mi oreja que se encontraba al lado opuesto de él.
En algun otro momento, podría decirse que las caricias de Jeno me calmaban en un dos por tres, pero ahora, imposible... ¡debia ir por mis padres al aeropuerto en cinco horas mas!, y claramente iria con una hora de anticipo.
Me levante de un salto con pasos torpes, caminando por el pequeño pasillo, y terminando en el lavabo con un gran espejo en frente. Respire hondo al cerrar mis ojos y dije el abecedario completo en mi cabeza.
Estaba emocionado. Tanto así como para decir que he esperado tanto este dia.
Una gran sonrisa se formo en mi hinchado rostro por el horario mañanero, y soltando poco a poco mis extremidades en formato de relajación, tome el cepillo de dientes comenzando mi rutina matutina de todos los dias.
Sabía exactamente cada cosa que a mamá le gustaba. Como por ejemplo ese delicioso postre de tiramisú que esta esperando ser comido por ella en mi refrigerador.
Renjun se estaba esmerando como nunca en hacer una deliciosa cena. Y por esa parte, la felicidad de doblegaba un par mas en mi grandioso día. Tener personas a tu lado que te quieren, te apoyan, y se emocionan tanto como tu cuando algo significativo pasa, no tiene precio alguno.
Di pequeños saltitos en mi lugar, y el cepillo de dientes seguía introducido en mi boca, dejando chorrear un poco de espuma por la comisura izquierda.
Jeno salió desde la puerta de mi habitación rascando su cabello alborotado, y al mirarlo, sentí ese lapso nervioso que te recorre como si quisieras apretar o morder algo con todas tus fuerzas.
Así que grité, grité un gran ¡Yuju!, apretando mis puños en el centro de mi pecho, y escuchando a unos cuantos metros la sonora sonrisa acompañada de dos negros ojos en forma de medias lunas.
Y ahí fue, cuando me sentí completamente feliz al fin.
🌻💕
¡QUEDA MUY POCO!
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Viridescent || Nomin (Fanfic Version)
Fanfiction¿Quién alguna vez pensó que las flores tendrían tanto significado en nuestras vidas, principalmente en el amor? 🌻; - Historia Homosexual. - Se mencionan los siguientes temas: Alcoholismo, esquizofrenia, trastorno de personalidad, suicidio. - Prohib...