➳ Radical change

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Jeno

Señores tosiendo por un lado, niños vomitando por el otro, señoras embarazadas quejándose y abuelos en sillas de ruedas.

He llegado a mi lugar de fatalidad, el horror de mis noches, y en donde sucedieron, ahora, los dos peores momentos de toda mi vida.

Espalda encorvada en la incomoda silla del pasillo, mientras mordía cada uno de mis nudillos hasta hacerlos sangrar, el alrededor de mis ojos de un color grisáceo y los cristales de mis lentes empañados por la respiración acelerada.

Mi cerebro estaba en conmoción y total shock, sin poder hacer sinapsis entre mis neuronas.

Horas y horas que se hacían eternas mientras los pitidos de las maquinas entraban por mis oídos, todo iba en cámara lenta, como si la vida estuviera obligándome a sufrir.

Primero mi padre, ahora mi madre...

Mi pierna estaba en descontrol mientras esperaba una infinitud. Nadie venia a decirme nada, ¡nadie se acercaba a decirme que estaba pasando!.

Me levanté, y con las pocas fuerzas que me quedaban, comencé a golpear con mi mano el gran vidrio templado de la habitación donde estaba el cuerpo de mi madre. Esa mujer, tapada con un plástico gris hasta la cabeza, con rastros de sangre y un alma difunta.

Mi garganta picaba, a tal punto de querer ahogarme con mi propia saliva y no vivir mas. Todo cambiaria ahora, odiaba la vida, odiaba estar vivo.

Rodillas y brazos amortiguando contra el frió piso del hospital, lamentándome con los dedos enredados en mis cabellos.

Alguien se acercó hacía a mi velozmente, pero no sabia exactamente quien era, me envolvieron por completo. Solo percibí un olor familiar y por el rabillo del ojo ví unos mechones rojizos.

- Hey, tranquilo, estoy aquí. - Sus manos tomaron mi nuca y mi cabeza se hundió en el cómodo hombro que hace años me consolaba.

No pude mas, y grité como nunca.
Sollocé y eliminé toda mi humanidad en tan solo un sonido emitido por mis cuerdas vocales. Mis manos arrugaron su chaquetón y me aferré a el, como si quisiera entrar a su propio cuerpo y desasearme de mi mismo.

Pudieron pasar segundos, minutos u horas. Pero ahí estaba yo, hecho un desastre, quebrado por lo que el destino me ha traído y por el volcán que ha explotado dentro de mi ser.

El tímido niño que intentaba mantener vivo los recuerdos, se ha ido.

_______________________________

Entré arrastrando mis pies y tirando mi bolso en cualquier sitio del lugar, ni siquiera quite mis zapatos llenos de barro.

Taeyong cerró la puerta del apartamento, no dijo nada, sabía que no quería hablar y le agradezco por no insistir en que lo haga.

Todo seguía igual ante mis ojos, pero en mi cabeza, era distinto. Lo que suele ser algo cotidiano y bello para mi, ahora solo me causaba rechazo y pudor.

Era increíble como el ser humano pasaba de un estado a otro con solo vivir sucesos atemorizantes.

Fui hasta mi cuarto.
Las bolsas de mis ojos hacían aparición, miré mi reflejo en el espejo de la pared, y con manos temblorosas toque mi rostro. Este no parecía ser yo, era otra versión de mi que en tan solo segundos decidió nacer.

Tenía los dientes amarillos, lagañas y el pelo grasoso bajo la gorra de mi buzo negro, me veía de alguna forma, asqueroso.

Oí como golpeaban la puerta, pero no me detuve a pensar en abrirla, en lo absoluto, lo que menos quería era ver a mas gente y escuchar sus estupidos lamentos.

La voz de un hombre llego a mis oídos junto a la de Taeyong, y la sangre me hirvió hasta hacer que mis ojos se volviesen de un color completamente oscuro. La rabia me invadió y en menos de unos segundos, mis pies ya caminaban por si solos a la entrada de mi hogar.

- ¡¿Qué estas haciendo aquí?! - lo apunté con mi dedo amenazante y mis dientes cerrados como un perro rabioso. - Quiero que te largues, ¡Ahora!.

- Solo vengo a hablar, me duele tanto a mi como a ti Jeno. - No vi ni una pizca de emoción en su voz, lo que me hizo enloquecer aún más.

- ¿Te duele?... ¡¿Te duele?! - lo empuje contra la pared produciendo un fuerte sonido al estampar su cuerpo. - ¡Tu estabas a cargo, sabias por lo que estaba pasando y la dejaste sola!, ¡Eres un maldito imbecil!

Taeyong intentaba interponerse entre nosotros, pero mis ojos llenos de odio y furia le dejaron en claro que era mejor no hacerlo.

- ¿Y que esperabas?, ¿Que gastara toda mi vida y tiempo en cuidar a una madre esquizofrénica y alcohólica? - Escupió.

- Eres un hijo de puta.

Mi puño amortiguo en su mentón, mi adrenalina estaba a tope y no me aguante hasta tirarme encima de él. Taeyong intentaba tirar de mi ropa, pero mis nudillos estampando la cara de mi hermano mayor hacían de mi, un ser incontrolable.

Después de tantos intentos al separarnos, me deje llevar y me levanté de su cuerpo, estaba decepcionado de la persona que se encontraba en frente de mi.

- Estuve 3 miserables años cuidando de ella, no vengas a echarme la culpa ahora. - Tosió mientras su cuerpo se retorcía en el piso y la sangre bañaba cada uno de sus dientes.

Lo vi pararse con dificultad mientras una de sus manos se apoyaba en la pared. Tenia una expresión de dolor en el rostro, y su otro brazo envolvía su cuerpo.

- Cuando dejes de ser un niño estupido, hablaremos. - Sin más, giro de la perilla y sobre mi hombro lo vi desaparecer.

No quería aguantar más, dolía como el infierno en llamas.
Quería sacar mi corazón con mis propias manos, y sepultarlo junto a la tumba de mis padres. Porque yo estaba muerto, me sentía muerto, y sería difícil que ahora alguien intentara arreglar este plato roto en el que me había convertido.







Chicos! Jeno tendrá un cambio brusco de personalidad, quizás no lo entiendan muy bien y digan en sus cabezas "pero que coño con este personaje", pero luego todo tendrá sentido, ¡lo prometo!
Espero lo estén disfrutando... Que descansen!🌻♥️

Viridescent || Nomin (Fanfic Version)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora