Jeno
Los días pasaban rapidamente para mi, sin ningún propósito u tarea. Con los chicos estabamos a pocas semanas de la graduación y lo único que me antojaba hacer, era estar sentado mirando la televisión y comiendo unas cuantas golosinas.
Tampoco debía olvidar que casi me he hecho parte del hogar de Jaemin y Renjun, cosa que trae ciertas dificultades. Todo esta bien siempre y cuando no deje mi basura tirada y Renjun con su complejo de abuelo me sermonee diciendo que me he mimetizado con mi novio.
Las noches son mas comodas, la vida se ha vuelto mas alegre... no lo negare, dormir con una cabellera castaña bajo mi menton ha sido mi nueva afición favorita. Sentir la respiración de Jaemin por las noches, a veces conversar hasta altas horas de la madrugada, llorar junto con el otro y consolarnos con amor y empatia.
Cambiando de tema, se podría decir efectivamente que mi alma se encuentra en paz. El sufrimiento suele ser momentáneo, y no perdura por mucho tiempo, algo que creo le pasa a cualquier persona que pierde a sus seres queridos, mas aun si son sus padres, pero bueno, cada ser humano es un mundo.
Admitire que tuve miedo en un principio. Me sentí perdido, como un lobo fuera de su manada o como si simplemente me hubiesen desterrado de la vida misma. No veia alternativa, no veia salvación alguna.
Creí que tocaria fondo, como también creí que no sobreviviria. La verdad no le deseo a nadie tal sufrimiento caotico.
Hubo días en los que un peso imaginario amortiguaba sobre todo mi cuerpo, no podía levantarme de la cama y siquiera tenia suficiente ánimo para prepararme algo de comer, si no simplemente vivía con el hambre diciendole a mi cuerpo que era algo mental.
Tampoco estaba incitado a volver a mi invernadero. Vivo con el terror de que recuerdos me carcoman y hagan de mi una estatua fría y apática otra vez. Sabía que en algun momento debía intentarlo, pero no me proponía ni el cuando o como.
Consumido en mis pensamientos, el programa mañanero ya habia dado por acabado. Renjun pasaba la aspiradora y luego doblaba unas cuantas toallas en el brazo del sofá donde yo me encontraba. Me miraba con una malicia carismatica, a la cual respondí con un simple levantamiento de ceja.
- Creo que estoy igual de nervioso que tú. - Soltó el rubio
- ¿Y por qué si se puede saber? - Respondí introduciendo una gomita de azúcar a mi boca.
El chasqueo de su lengua resonó en el pequeño cuadrado de paredes, y dejando de hacer sus cosas cotidianas, movió su pequeño cuerpo para sentarse a mi lado.
- Conozco a Jaemin desde el primer día de universidad, y he vivido con el todos estos años. Estoy aterrado de conocer a sus padres.
Me quede mirandolo unos segundos mientras mi mandibula subía y bajaba lentamente masticando el dulce esponjoso. No sabia que responderle. Jaemin ha estado constantemente de aquí para allá preparando cosas para la llegada de sus padres, que no será en tantos dias, y siendo contrario a él, yo de lo que mas evito pensar es en eso.
Quería dar una buena impresión, demostrar la clase de persona que soy y encantar a los padres de quien me enamoré. Suena facíl decirlo, pero dentro del hueco mental enorme, es todo un lío.
- He estado pensando en dejar a Jaemin hacer todo lo demas y yo preparar una gran cena, ¿que te parece? - Las mejillas de Renjun se abultaron hacía arriba al sonreír, amortiguando unos pequeños brillitos del sol.
La idea sonaba tentadora. Yo por mi parte, iría a ciertas florearias para encargar unos arreglos a mi gusto, asi podría decorar el apartamento de una forma mas acogedora y un tanto elegante. Creo que todos queremos demostrarle a los padres de Jaemin que su hijo ha logrado muchas cosas y se encuentra en un lugar comodo y hogareño, más bien seguro.
Asentí a Renjun achinando mis ojos. Como respuesta, el pequeño rubio junto sus manos y salto de los cojines para encerrarse en su habitación, gritando que no lo molestara ya que vería videos y recetas de cocina.
Suspiré hondo y rasque levemente mi ceja. No tenia ganas de levantar el trasero, en cierto modo veia mi alrededor, y estaba todo tan limpio que solo queria cerrar los ojos y dormir todo el dia, de hecho, lo lleve a cabo.
La temperatura calida que sobrepasaba el ventanal principal caía sobre mi cabeza, produciendo una leve paz que poco a poco me adormecia. Escuchando los autos que piteaban desde las calles y unos cuantos cantos de pajarillos felices.
Y asi, cayendo en mi subconciente y relantelizando mi respiración.
Unos minutos pasaron cuando abrí mis ojos aturdidos, escuchando ruidos que creí provenian de la habitación de Renjun, pero no, en realidad era la puerta principal. Jaemin un tanto enojado pateaba la puerta con frustración, cargando en sus brazos una cantidad enorme de rodillos y dos baldes de al parecer, ¿pintura blanca?.
Sus ojos llegaron a mi, y por primera vez en el día pude ver esa gigante y blanca sonrisa que me alegraba la existencia. Su entusiasmo era tan contagioso hasta tal nivel de poder cambiar mi ánimo de un momento a otro. Este chico me habia convertido en alguien totalmente bipolar.
- ¿Jeno Jeno Jeno Jeno!.- Habló rapidamente acercandose a mi y dejando los baldes cuidadosamente en el piso. - Te he traido una sorpresa.
Reí con una media sonrisa al depositar mi mano en su cabeza. Tambien habia descubierto que a Jaemin le encantaba que le rascaran la cabeza antes de dormir. Era como ver un pequeño cachorro en trance de pequeñas caricias, hasta que alejaba mi acto y su cara se tornaba como si fuese a hacer berrinche.
- He traído unas cuantas cosas para remodelar el invernadero.
Tocí repentinamente. Una de las gomitas quedaron a medio camino y yo sorprendido intentaba recomponerme.
Jaemin en reacción, fue por un vaso de agua, y al entregarmelo, su cara sonriente seguia enfrente de mi, ¿como podia decirle que no?.
- Jaemin, sabes que es complicado.- le estiré mi mano para que la tomara y se sentara justo en el espacio vacío del sofá donde anteriormentee estuvo Renjun.
- Lose, pero he pensado, y creo que remodelarlo sería una buena idea... aparte, he tenido muchas ganas de que mis padres vean el talento y el hermoso invernadero que tienes.
Lo vi bajar su cabeza, se veia tímido, cosa que causaba cierta presión en mi pecho. Entendía lo que Jaemin intentaba hacer por mi, y como podía no agradecerlo si el fue quien me salvó de alguna manera. Fue y es mi mas grande antidepresivo, alimentando mi mente con amor y sacando los demonios de mi cabeza con caricias llenas de afecto.
No queria decirle que no, pero mi cerebro y corazón estaban en una gran disputa, era ahora o nunca. Debía enfrentar los obstáculos de mi vida, dando paso por paso lentamente. Por mucho miedo que sienta en el interior, creo que es el momento para dar ese gran salto que hace tanto tiempo he anhelado, pero que tambien me produce gran desconfianza.
- Estare ahí contigo, recuerda que estando a mi lado ya no debes sentirte solo.
Le mire fijamente, a esos orbes cafes que tanto me encantaban y asentí en un acto de valentia. Siempre he considerado que volver a un lugar que te trae recuerdos tomertonsos, es una osadía sumamente admirable. A veces la mente es debíl, y cuesta recuperarse de ciertos sucesos traumaticos. Pero creo que volver a vivir la experiencia es lo que se necesita para cerrar ciclos, no importa cuanto duela, la cicatriz debe cerrarse, y quedar ahi como evidencia de la lucha a la cual se sobrevive.
Todo lo que queda en el pasado, ahí se enterrara, en el pasado. Y de esas cenizas, crecerán nuevas raíces... nuevos comienzos.
HOLA! LOS QUIERO 🌻💕
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Viridescent || Nomin (Fanfic Version)
Fanfiction¿Quién alguna vez pensó que las flores tendrían tanto significado en nuestras vidas, principalmente en el amor? 🌻; - Historia Homosexual. - Se mencionan los siguientes temas: Alcoholismo, esquizofrenia, trastorno de personalidad, suicidio. - Prohib...