Perdonar Pero Nunca Olvidar.

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- ¿Mamá? - La nombrada se levantó y comenzó a caminar hacia mí, di un paso atrás con lágrimas amenazando con salir - ¿Qué haces aquí? -.

- Vine a verte - Impossible - Y vine por ti para regresar a nuestra casa - Frunci la entreceja.

- ¿Regresar? ¿Después del daño que me hiciste haciéndome a un lado mientras le hacías más caso a Mintae estando al otro lado del mundo? ¡Ni muerta! - Comencé a llorar frente a ella y las otras dos mujeres donde una callaba mirando la nada y otra miraba nuestro drama.

- Estoy arrepentida, creeme - Me tomo de las manos - La casa se siente vacía sin ti, simplemente olvida todo lo que pasó entre nosotras dos y regresa a casa conmigo, con tu madre - Me solté de ella bruscamente.

- Tu para mi no eres mi madre - La miré directamente a los ojos - Una madre no abandona a sus hijos en sus momentos difíciles - Las lágrimas seguían cayendo de a montón.

- Yo siempre te apoyé - Me reí.

- ¿Apoyarme es enviarme a un país lejos de ti con alguien para hacerme bajar se peso por que a ti yo te daba vergüenza? - Aplaudi riendome sarcasticamente - ¡Felicidades! ¡Me apoyas bastante! - Le grité - ¿Sabe que señora madre? ¡Vayase Al Infierno! - Comencé a caminar en dirección a mi habitación.

- ¡________! - Escuche su voz detrás mío y sus pasos subiendo las escaleras - ¡Por favor vuelve! - Me encerré en el cuarto.

- ¡Anda con Mintae si en verdad te sientes sola! - me tiré a mi cama a seguir llorando.

- ¡Yo te quiero a ti! - Golpeo la almohada ahogando un grito.

- Leemin basta... - Oí la voz de mi tía dirigirse a mi mamá.

- Seok... ¿Qué tan mala fui? - Empezó a llorar, sabía por que su voz se oía como si quisiera quebrarse y además lograba escuchar sus sollozos.

- También entiendela, tiene a todos sus amigos aquí, a su novio, le ha fascinado corea, por favor comprendela, si la regresas a New York puede volver a pasar lo mismo - ¡No solo es eso!.

Yo veo como madre a mi tía, no a Leemin, mientras mi tía me apoyaba en todo, mi supuesta madre me contradecia a lo que pedía, me humillaba y no hizo ni un poco para lograr que bajara de peso y gracias a mi tia logré la figura que deseaba. No pienso volver a irme de Seúl, no otra vez, no pienso en dejar a Jungkook, a Lisa, y a todos mis amigos. Desperté debido a los rayos del sol que daban directamente en mi cara, hice mi cara arrugada mientras me estiraba abriendo poco a poco mis ojos. Me senté rápido fuera de onda, revisé la hora y era pasado del medio día y yo todo el tiempo me dediqué a dormir después de haber retado a mi madre, me levanté para ir por un conjunto casual y ponermelo quitandome mis ropas de ayer dejando estas en el cesto de ropa sucia, me puse unos pans negros que ajustaba a mi figura y era algo holgado, una camisa negra que dejaba ver un poco mi ombligo, las mangas pasaban del codo, me puse mis calcetas y posteriormente mis botas negras, parecía que iba más a un funeral que a una caminata por Myeongdong, tomé mi mochila pequeña negra y la colgué en mis hombros, me cepille por ultima vez mi cabello y me di un retoque de labial, salí sin más de mi habitación, bajaba las escaleras mientras intentaba enviarle un mensaje a Jungkook para poder salir juntos antes de que llegue Hyejin para seguramente salir de nuevo.

- ________ - Me detengo para ver a mi madre tapar mi camino.

- ¿Qué quiere? - La miré apagando la pantalla de mi celular antes de enviar dicho mensaje a Jungkook.

- ¿A dónde irás? - Bueno, ¿Y a ti que te importa?.

- Iré a perderme en Myeongdong por si no te importa, con permiso - Intenté pasar por un lado de ella evitandola a toda costa.

Peso Perfecto (Jeon Jung Kook & Tú) - En Edición -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora