Forever Young ||REDDIE||

.12.

La chica de cabellera rubia se acercaba a Richie con paso decidido. Al fin lo encontraba solo, como ella lo quería. Se veía algo desconcertado, pero eso no la detuvo al momento de preguntarle dónde estaba el aula 12. "No hace mucho que estoy aquí", se excusó, pero sabía perfectamente a donde debía dirigirse.

-Debes seguir este pasillo y giras a la derecha. Allí está -el pelinegro aún tenía esa maldita melodía en su cabeza, y la nota parecía recitarse a sí misma en su mente. ¿Acaso ella...?

-¿Puedes acompañarme? -Isabella soltó una risita por lo distraído que estaba.

-Pues...-normalmente si otra persona se lo hubiera pedido lo hubiera mandado al diablo, pero estaba casi seguro de que ella había sido la que escribió la nota-, está bien.

La guió hasta su aula y ella se lo agradeció. Antes de entrar se giró hacia él con una mirada tímida. 

-Por cierto, me llamo Isabella Ray. Soy hermana de Sally, sé que ella se junta con tu grupo de amigos y eso.

-Yo soy Richie Tozier -hizo una reverencia teatral que provocó una risa a Isabella-, a tus servicios.

-De nuevo gracias, suelo perderme mucho en esta escuela. Pero qué bueno que te tengo para mostrarme el camino. 

Era una especie de coqueteo, Richie lo sabía o creía saberlo. Pero realmente no tenía ni idea de cómo reaccionar. Sí, era bonita, pero...le gustaba otra persona. Eddie estaba en su mente en todo momento, incluso ahí, deseaba que él fuera la persona que le coqueteara.

-No es nada -Tozier le dedicó una sonrisa que derritió a la rubia.

Unos pasos se acercaban por el pasillo e instintivamente Richie se volteó. Kaspbrak se congeló al verlos. Pidió salir de la clase para ir al baño, pero al cuerno con eso. Fue hasta Richie y tiró de su camisa.

-Rich, ya es tarde, debes ir a clase o te mandarán al despacho del director.

Isabella lo miró con fastidio. Planeaba decirle algo importante al pelinegro y ese chico asmático parecía venir para arruinarlo todo. Ray carraspeó con incomodidad.

-Richie irá pronto, sólo estamos charlando.

-Pueden charlar luego, debemos irnos -el bajito seguía tirando de la prenda estampada, fulminándola con la mirada. 

Richie, que se encontraba en medio de los dos, parecía haber desaparecido del plano. 

-¿Por qué te importa tanto? si él quiere quedarse aquí es asunto suyo -la voz desafiante de Isabella hizo que Eddie reuniera gran esfuerzo para confrontarla. 

Tozier iba a responder pero Kaspbrak no lo dejó. Estaba sonrojado por el enojo ante esa chica.

-No quiero que vaya a detención, me preocupo por él -Richie lo miró de reojo con un brillo en sus ojos-. Eso es lo que hacen los amigos.

Al oír lo último, Richie bajó la mirada. Por supuesto, eso era lo que hacían los amigos, y ellos eran solo eso. Amigos. Al menos por ahora, pensó Tozier. 

-Solo es un minuto, Eds. Ya te alcanzo. 

Eddie se fue al baño. Richie le estaba sonriendo a Isabella un segundo antes de que él llegara, pero era una sonrisa que no le hacía a nadie más. Quizá esa fuera la chica de la que Richie estaba enamorado. Y tal vez Ben tuviera razón, todo este tiempo su amigo estuvo actuando raro a causa de esa rubia. Si ambos se gustaban, ¿qué pasaría?

 Las ganas de orinar se le habían esfumado, así que se quedó detrás de la puerta escuchando. Convenciéndose de que no se estaba entrometiendo.