.15.

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Al entrar a su hogar Richie sintió algo de preocupación al ver a su padre sentado en la sala con un cigarrillo en manos. Ni siquiera era fumador. Wentworth le dirigió una sonrisa triste, parecía tan solitario como la casa.

-Estás rojo, ¿estuviste corriendo?

-No, en casa de Eddie. ¿Dónde está mamá? -preguntó Richie, sentándose frente a él.

El hombre dio una calada y dejó el cigarro en un pequeño plato lleno de cenizas, lo vio consumirse.

-No lo sé.

Richie no sabía qué decir. Eso no le pasaba muy seguido, y era extraño cada vez.

-¿Qué quieres cenar hoy? -continuó su padre, cambiando de tema-. Puedo hacer, ummm una ensalada.

Richie arrugó la nariz y negó.

-Hoy tengo el evento en la escuela. Cenaré un par de tragos ahí.

-Entonces no te importará que me aparezca allí y te traiga a casa de las orejas -contestó el señor Tozier con el mismo tono divertido de su hijo.

-Oh, estimado señor, no me agradaría para nada recibir una paliza suya. ¡Le ruego no me pegue frente a mis amistades! Apuesto a que podemos llegar a un buen trato, ¡oh capitán mi capitán! -exclamó Richie con su mejor voz de barón inglés.

Estaba algo oxidado. Por alguna razón desde que comenzaron las peleas fuertes en su casa, dejó de hacer sus voces. No tenía relación una cosa con otra, ni siquiera lo había notado, en realidad. Eddie fue quien le dijo.

Wentworth rio suavemente. Le gustaba y divertía mucho que su hijo hiciera esas voces extrañas, a diferencia de Maggie.

-Nada de alcohol, aún no cumples 14.

-Mi cumpleaños es en dos seman... -vio la mirada seria de su padre y resopló-. Buen trato, Don.

-Puedes quedarte fuera hasta las 11 de la noche.

-1 -dijo Richie.

-12 -accedió Went-. No seré más flexible que eso.

Richie se levantó y le dio un abrazo. Estaba nervioso y emocionado, aunque seguía preocupado por su madre. Sabía que ella estaba bien, iba a casa de su hermana cuando las cosas se ponían tensas. Richie se obligó a calmarse y se separó de su padre.

-Y una cosa más -Wentworth levantó la caja de cigarrillos que tenía en la mano-. Deja de fumar de una vez, o le diré a tu madre.

-Como diga, Don -sonrió Richie-. ¿Me da mi cajita de vuelta? Es para una tarea.

-Richie... -dijo su padre en tono severo.

-Lo siento, Don.

Y se fue a su habitación. Se puso frente a su espejo y con el papel en mano empezó a practicar su declaración de amor.

~~~

Bill Denbrough se dio la vuelta hacia Stanley Uris. Parecía tener la palabra "vergonzoso" grabada en la frente. Ambos chicos rieron.

-No p-puedo creer q-q-que mi m-madre me ob-bligue a usar esto -dijo Bill, mirando su traje-. P-Pensarán que s-soy un tonto.

En el fondo le gustaba la situación. Al fin la mujer que solía ser su madre antes de que Georgie muriera estaba regresando a su cuerpo. Eso no quería decir que todo estuviera bien, aún no hablaban mucho, pero era un avance.
Ahora Stan mantenía una cercanía peligrosa con Bill. Le acomodó la corbata, a lo que el tartaja se sonrojó.

Forever Young ||REDDIE||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora