Vacío

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Llegamos a casa de Sara. Hacía justo un año que no subía. Desde el aniversario de su desaparición...pero todo seguía igual... aunque su padre ya no leía el periódico, se limitaba a estar sentado en el sofá mirando la televisión, aunque yo diría que más bien miraba al infinito, su vida se perdió junto a la de Raquel.

En la cocina seguía su mamá haciendo un sabroso guiso, ella ya no cantaba villancicos, sólo cocinaba y cocinaba sin parar, incluso cuando no se quedaba Sara a comer, era su forma de mantener la mente ocupada.

-Hola papá, ha venido Javier, tengo que coger unos apuntes y me lo crucé por la calle, ha venido a saludaros.

Su padre hizo un gesto con la mano con la mirada perdida. - Hola Javier buenos días, estás de guardia hoy?

- No, dije yo, es mi día libre. Aunque usted ya sabe que la policía nunca descansa...

Ya no me contestó más.

-Mamá, está Javier aquí. Voy a buscar unos apuntes ahora vuelvo..

Y se fue a la habitación de Raquel, mientras su madre me saludaba cariñosamente.

-Que alegría verte Javier, apenas te dejas ver por aquí, sé que te resulta muy doloroso pero piensa en que puedes también contar con nosotros. Es el mejor homenaje que podemos hacer de ella.. Y empezó a llorar. Y yo también. Nos abrazamos muy emotivamente y apareció Sara con un libro..

-Ya lo tengo Javier, si quieres volvemos a la facultad. Me quedan aún tres horas para repasar los apuntes.  Lo dijo con un hilo de voz de quién no quiere emocionarse..

-Sí, vamos Sara. Te acompaño. Cuídese mucho Sra Manuela.. Y usted también sr Paco.. Y salimos de su casa con un nudo en la garganta.

-Lo hacemos por ella Sara.
-Lo sé Javier..

Lluvia de Diciembre (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora