Lluvia de Diciembre (Terminada)

Detenido

Llegó la ambulancia justo cuando Sara volvió a abrir los ojos. Raquel no le soltó la mano en ningún momento. Se abrazaron con el desgarro de dolor que sólo sentían tras dos años sin verse y con la alegría del final de la gran pesadilla que habíamos atravesado.
Me uní al abrazo tras unos minutos, y les dije mucho que las quería. Raquel se subió a la ambulancia junto a Sara y yo me uniría después a ellas.

Primero tenía un asunto pendiente.

Fuimos identificando uno a uno a todas las personas que allí se encontraban, incluida a María que iba a ser una testigo protegida.

José apareció esposado con todos los cargos leídos y cuando apareció ante mí, y justo antes de subir a la patrulla, le dí una patada en los huevos. Los compañeros me agarraron, pero ellos hubieran hecho lo mismo. José se retorció de dolor y alcanzó a decir que ardería en el infierno.. Le levanté la cara y le dije: yo mismo me encargaré que no veas ni un sólo día la luz del cielo. Llevároslo! Y de un sólo empuje lo metieron en el coche.

Regresé al parking y agarré mi coche, yo mismo iba a dar la noticia a los padres de Sara y Raquel.  Pedí encarecidamente ser yo el encargado.

En una hora llegué a casa de ellas. Llamé a la puerta y salió una angustiada Manuela.

-Javier! Dónde está Sara!? No regresó a casa, lleva 4 horas desaparecida!! Qué ha pasado!? Javier!?
Y de detrás de ella llegaba su marido como si fuera su último aliento de vida.

Llorando como un niño, me abracé a ellos, y les dije con toda la delicadeza.

- Vengan conmigo, Sara se encuentra bien, Sara no está sola. Está con Raquel. Las dos están bien.

- A Francisco se le iluminó la cara, su rostro recobró toda la vida perdida. Me miró con los ojos empañados y no dejó de agradecerme una y otra vez. Mis hijas, mis hijas!
Manuela se arrodilló, le flaquearon mas fuerzas, entre su marido y yo, la sostuvimos mientras ella decía: Raquel está viva!! Dios mío, Javier. Gracias!! GRACIAS.

Vengan conmigo.
Agarraron la chaqueta, y se subieron al coche.