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-Es una historia larga, y cuando termine todos me odiaréis, y al igual que Penny querréis que desaparezca de vuestras vidas, y os prometo que lo haré, pero primero debo contaros todo...- Por fin Sheldon logró reaccionar, y les soltó todo de golpe con voz temblorosa y los ojos anegados en lágrimas de nuevo. Sus tres amigos lo contemplaban boquiabiertos, tratando de reponerse de sus palabras.

-Espera...- hubo un click en la mente de Leonard-¿Penny? ¿Qué ocurre con Penny? ¿Qué pinta ella en esto?

Sheldon, tras un suspiro, cogió aire y comenzó a relatarles la historia.

-Todo comenzó hace tres meses...


HACE TRES MESES

-Venga ya Raj, -dijo Howard mientras subían las escaleras hacia el cuarto- ¿Cómo puedes decir que Aquaman es uno de los superhéroes más completos?

-¡Claro que sí! Respira bajo el agua, controla a los animales marinos, es rápido, fuerte...- argumentó a la defensiva.

Howard se lo quedó mirando fijamente con el ceño fruncido.

-No se si te habrás dado cuenta, pero los malos siempre atacan en tierra.

-¡Eso no es cierto!

-¿Cómo que no? Dime un solo ejemplo de un villano acuático.

-Mmmm...esto... ¿los tiburones de Flipper?

- ¿Flipper?

- Sí, Flipper, nuestro amigo mamífero acuático que siempre acudirá en nuestra ayuda.

-¡Ya sé quién es Flipper! Y obviamente esos no cuentan- Dijo mientras una sonrisa de triunfo cruzaba su cara.

Raj no supo que responder. Se iba a dar por vencido, pero justo en ese momento, llegaron al rellano del cuarto para ver cómo Leonard salía corriendo del piso y de un empujón se abría paso entre ellos para bajar las escaleras de tres en tres.

-¡¿Pero qué..?! -Exclamó Raj ante la sorpresa.

-¡Eh! ¿Qué pasa?- Gritó Howard a Leonard que ya había desaparecido escaleras abajo.

-¡Código rojo! ¡Código rojo!- se oyó la voz de Leonard.

Los dos amigos se miraron con los ojos completamente abiertos y el pánico pintado en sus rostros. Rápidamente giraron sobre sus talones y se precipitaron escaleras abajo, doblando la esquina del descansillo justo a tiempo para que un Sheldon envuelto en una manta de franela, con la nariz roja, un pañuelo en la mano y el termómetro en la boca, apareciera en la puerta del piso pero no les viera.

-¿Chicos?- Dijo completamente congestionado y arrastrando las palabras- Estoy malito...

¿Qué está pasando?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora