¿Qué está pasando?

Incómodo

-¿Dónde están las botellas? – preguntó Raj al ver entrar a Sheldon como un obús.

- Ahora las traerá Penny – dijo sin detenerse mientras se enfilaba a su habitación, desapareciendo al doblar la esquina.

-¿Qué ha pasado?- preguntó Howard confuso.

-No tengo ni idea... quizá haya hecho alguno de sus comentarios y Penny le ha reñido- alegó Leonard restándole importancia.

Penny no se había movido. De repente toda la información de la escena llegó a su cerebro, y era, cuanto menos, abrumador. ¿Qué había pasado? O mejor dicho, ¿había forzado ella esa situación queriendo? Comenzó a recordar todas aquellas conversaciones con Bernadette. ¿Qué pasaba si ella tenía razón? ¿Y si sentía algo por Sheldon? No, eso era imposible, ella quería a Leonard, le perdió una vez y no estaba dispuesta a que volviera a ocurrir, todo aquello no había sido más que una simple confusión... ¿verdad?

Tras unos momentos de cavilación, reaccionó, cogió las dos botellas de vino y se dirigió al apartamento. Ya se encargaría de aquello más tarde.

-¿Qué le has hecho a Sheldon?- preguntó Leonard cuando Penny llegó.

Ella se quedó bloqueada en mitad del salón, y su mente comenzó a trabajar a un ritmo frenético en un intento por encontrar una respuesta válida. Estaba tan aturdida que ni siquiera se había planteado que iba a estar con Sheldon y su novio en la misma habitación.

-¿No será mejor preguntar qué le ha hecho él a ella?- bromeó Raj, haciendo que a Penny le diera un vuelco el corazón. ¿Se lo había contado?- Seguramente se habrá puesto a ordenar su armario como aquella vez hace tiempo – continuó.

-No me lo recuerdes, lo pasé fatal- dijo Leonard, olvidándose por completo de la escena que acababan de ver, y permitiendo a Penny que se escaqueara de la pregunta.

La tarde continuó recordando batallitas de cada uno, y compartiendo momento embarazosos y de diversión. Sólo había dos personas que no disfrutaban de aquella noche en la que todo era alegría... Penny, sentada en un rincón de la habitación y sonriendo amablemente mientras su mente estaba muy lejos de allí, y Sheldon, que no había vuelto a salir de la habitación salvo para anunciar que se retiraba a dormir alegando un cansancio que no existía, y evitando mirar a Penny, quien tampoco buscó su mirada.