¿Qué está pasando?

Si es lo que quieres...

- Sí, ya sé que ha pasado una semana, pero... Sí, tienes razón, pero no es tan fácil, ya lo sabes... Entiendo lo que me quieres decir, pero ponte en mi lugar... Bernadette... está bien, lo intentaré.- Penny colgó el teléfono con un suspiro. Sabía que Bernadette tenía razón, no lo podía seguir alargando más, pero no era sencillo.

Había sido una de las peores semanas para Penny. Apenas podía concentrarse en nada, y tenía la constante necesidad de ocultarse para no encontrarse con Leonard o Sheldon. No podía permitirse hacer más daño a ninguno de los dos, la elección debía ser definitiva, tanto para bien como para mal.

Ya habían pasado tres días desde la llamada de Bernadette. Odiaba no tener a su amiga a su lado en aquellos momentos, pero era consciente de que ahora no podía depender tanto de ella, después de todo, estaba embarazada, y eso era mucho más importante que cualquier otra cosa.

"Necesito desahogarme..." pensó Penny mientras hacía zapping aburrida. "Además, siempre tomo las mejores decisiones cuando pienso en voz alta... si al menos estuviera Amy podría..." El nudo de su estómago cortó de raíz sus pensamientos. "¡Amy! Mierda, mierda, mierda, soy la peor persona del mundo... ¿Cómo he podido ni siquiera planteármelo? Ella es mi amiga..." se recriminó amargamente mientras buscaba a toda prisa su móvil entre los cojines del sofá. "No puedo creer que ni siquiera lo haya pensado hasta ahora... Sheldon está con ella..." – ¿Bernadette?, ya sé que estás muy ocupada, pero es urgente...

La puerta de Penny sonó, y corrió a abrirla.

-Menos mal que has venido...

- ¿Qué pasa? Me asustaste cuan...

-¡Amy!- Penny cortó a Bernadette sin darle tiempo a acabar su frase.

-¿Amy?- preguntó confusa.

- Sí, vendrá dentro de poco.

- Eso es genial, no sé por qué te pones así...

- Bernadette, céntrate... Amy vuelve – repitió dándole énfasis a la última frase y mirando fijamente a su amiga con cara de pánico.

- Sheldon... - Bernadette cayó en la cuenta.

- Exacto...

- Entonces, ¡ya has elegido!

- ¿Qué? ¡No! Bernadette, en serio, necesito que te centres... ¿Qué puedo hacer? Yo... Yo... Ayúdame- finalizó Penny con los ojos vidriosos por las lágrimas contenidas.

La tarde fue pasando lentamente mientras ambas discutían acerca de las distintas opciones que tenían y conjeturaban acerca de qué podía pasar en cada una de ellas.

-Espera un momento, es Howard – dijo Bernadette mientras descolgaba el móvil.- Hola Howie... sí, sigo en casa de Penny... ¿Tan tarde? Vaya, no me di cuenta de la hora... es verdad, no me acordaba...no hace falta, de verdad... está bien, en ese caso nos vemos en un rato... Sí, yo también te quiero, hasta ahora. – Bernadette colgó el teléfono. – Era Howard, quería recordarme que mañana por la mañana tenemos que ir al médico, a primera hora...

- ¿Otra vez al médico?

- Sí, tranquila, no es nada, es simplemente para llevar controlado el embarazo... ya sabes que los primeros meses son los más delicados – respondió con una sonrisa tranquilizadora.- Además, no son más que unos simples análisis, nada de qué preocuparse.

-Está bien...

- Así que ¿ya tienes claro lo que vas a hacer?

- No puedo hacerle eso a Amy... - se limitó a responder.

- En ese caso y si es lo que quieres...

- Amy es una gran amiga, y...- el ruido de la puerta impidió que Penny acabara la frase.

- Debe de ser Howard. – Dijo Bernadette mientras abría la puerta y le saludaba.

-Hola Howard- sonrió Penny.

- Hola- le saludó él- ¿ya estás lista?

-Sí, cuando quieras... hasta luego Penny, ya seguiremos hablando, porque creo que no me has entendido bien.

- ¿Qué?- preguntó confusa- ya está todo dicho, no puedo...

- Repito- le interrumpió Bernadette- y presta atención... si es lo que quieres...- repitió Bernadette con énfasis mientras cerraba la puerta tras de sí.

-¿De qué iba eso? – oyó Penny a Howard a través de la puerta ya cerrada.

-Nada, cosas de chicas...

Penny se sentó en el sofá, y encendió la televisión mientras las palabras de Bernadette resonaban aún en su cabeza.