Incredulidad

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- No me lo puedo creer... - Howard miraba confuso a Sheldon- ¿Hiciste eso?

- Sí, le dije que no había sido más que un experimento.- Respondió con tristeza.

- Dios... - Howard se levantó del sofá, y comenzó a caminar por el salón mientras se frotaba la cabeza, tratando de asimilar toda aquella información.- Eres un... ¿qué pretendías sacar con todo esto? – bramó furioso parando delante de Sheldon, quien miraba fijamente el suelo.

- Yo... sólo quería que nada hubiese pasado... no quería seguir haciendo daño a la gente que me importa... - murmuró.

- Ah, perfecto, decidiste no hacer daño a la gente... haciendo daño a la gente, ¿no ves la incongruencia? ¿En qué estabas pensando?- le gritó.

- Pensé que tal vez podría usarlo como excusa para que ni Amy ni Leonard se enteraran y para que Penny y yo volviésemos a ser amigos...

- ¿Cómo es posible que una de las mentes más brillantes que ha conocido la humanidad no haya reparado en lo estúpido y patético de ese plan?

- Yo... no lo sé, todo esto me viene grande Howard. – titubeó haciendo que Howard parase momentáneamente la bronca. – Sabes cómo soy, puedo resolver cualquier cosa, excepto al ser humano.

- ¿Y por qué no me pediste ayuda?

- No lo sé, pensé que debía arreglarlo todo yo solo.

Howard suspiró y se dejó caer en el sofá al lado de un confuso Sheldon.

- Está bien... vamos a intentar arreglar esto... - accedió finalmente- pero antes debes responderme a un par de cosas.

- De acuerdo...

- ¿Era verdad?

- ¿Cómo que si era verdad?

- ¿Penny no era más que un experimento?

- No, claro que no, pero era la novia de Leonard, y yo la besé, y...

- Vale, vale, vamos a ir por partes.

- ¿Qué pasa ahora con Amy? ¿Piensas decírselo?

- ¿Debería?

- Sí.

- En ese caso, no me quedan muchas opciones.

- ¿Penny o Amy?

Sheldon no sabía qué contestar, aunque aquella había sido la pregunta obvia desde que todo aquello había comenzado, no se la había querido plantear.

- Amy es muchísimo más afín a mí – respondió tras unos momentos de reflexión.

- Sí, en eso estamos de acuerdo, pero no te estoy preguntando quien es más afín, sino a quien quieres.

- Creo que la respuesta es obvia, ¿no? – se defendió- con Amy comparto intereses, y tenemos muchas cosas en común, sería ilógico pensar que...

- Entonces, ¿por qué besaste a Penny?

- Pues porque yo... - Sheldon no supo acabar la frase. ¿Era aquello posible? – pero... no tiene sentido, Penny y yo no nos parecemos, y...

- El corazón tiene razones que la razón desconoce – se limitó a decir.

- ¿Howard?- preguntó tras unos momentos de silencio.

- ¿Si?

- Ayúdame. – Sheldon miró desconsolado a su amigo, quien no pudo hacer otra cosa que coger aire.

- Está bien... pero tenemos que ir paso a paso.

- Es lógico – murmuró algo más animado al tener ayuda.

- Vamos a empezar con el tema de Penny... ¿volviste a hablar con ella después de todo lo de ayer?

- Sí, estuve todo el día pensando en ello, y me di cuenta de que lo había hecho mal... muy mal – cedió ante la mirada de Howard- y pensé que debía aclarar las cosas con ella, es decir, hacerle ver que no era tan malo lo del experimento...

- Ay Sheldon – se lamentó Howard dándose una palmada en la frente- Dime que no lo hiciste...

- Lo intenté, pero no me dejo ni hablar.

- Uff – suspiró con alivio- menos mal... ¿y eso cuándo fue?

- Antes.

- ¿Antes? Por eso entraste así...

- Sí, estaba frustrado, y enfadado conmigo mismo, aunque no sé por qué exactamente.

- Eso es lo que pasa cuando le haces daño a alguien que te importa.

- Supongo que tiene sentido... ¿Y bien?

- ¿Y bien, qué?

- ¿Qué puedo hacer? 

¿Qué está pasando?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora