Raj y Stuart vagaban sin un rumbo fijo, tratando de encontrar un lugar en el que dormir.
-Odio esta luz.- Gimoteó Raj.- Hay sombras por todas partes.
-Lo sé... con esta luz parece que incluso el ficus va a apuñalarte al darle la espalda... ¿o tal vez un zombie?
-¡Cállate, lo último que necesito es pensar en muertos que se levantan para arrancarnos la cabeza y comernos las tripas!
-Vale, ya me callo.
Los dos amigos continuaron en silencio por los pasillos, escrutando cada esquina, cuando...
-¿Has oído eso?
-Te he dicho que dejes de intentar asustarme.
-No, he oído algo... como un eco.
-¿Un eco?
-Sí, viene de ese pasillo de ahí...
-No será nada... Ve a mirar.
-¿Yo? ¿Por qué yo?
-Porque tú eres un chico blanco, introvertido y socialmente inadaptado, mientras que yo soy un chico exótico con una piel suave que parece caramelo líquido.
-¿Y?
-Pues que en las películas de miedo, los chicos como yo son los primeros que mueren.
-Eso no es verdad, si hay un asesino por aquí suelto iría directamente a por mí.
-Puede ser, pero si se trata de un fantasma, yo sería el primero en caer.
-Eso no es justo, porque...
-¡Aaaaaaaaaahhhh!- Un gritó les llegó a través del pasillo.
-¿Qué ha sido eso?
-Parecía un grito.
-Pues ha sonado aquí al lado.
-Nonononono ¡Corre!
-No, si corremos nos atraparan, no tenemos una buena forma física.
-¿Y qué hacemos?
-¡El ascensor!
-No funciona por el apagón.
-¡Pero el de servicio sigue activo! Y está aquí al lado.
-¡Rápido!
Ambos salieron corriendo hacia el ascensor de servicio, presionando frenéticamente el botón hasta que se abrieron las puertas, entrando atropelladamente y cerrándolas tras ellos.
-Frena el ascensor, si nos quedamos entre dos pisos esa cosa no podrá entrar aquí.
-Buena idea.- Dijo Stuart presionando el botón de parada y girándose para apoyar la espalda en la pared del ascensor.- Eso ha estado ceerc... Ra-Ra-Raj- Tartamudeó señalando insistentemente a su espalda.
-¿Y ahora qué te pasa?- Preguntó levantando una ceja.
-U-U-Un ca... Un caa...- Raj se giró, aburrido de intentar descifrar a su amigo.
-¿Un ca... qué? No. No. Nonononono.- Tras él, se encontraba una camilla tapada con una sábana blanca, de la cual sobresalían dos pies, con una etiqueta colgando del dedo gordo derecho.- ¡Dale al botón!
-¡Lo intento!
-¡Inténtalo más!
-¡Es apretar un maldito botón, no se puede intentar más!
-¡Hay que salir de aquí!
-¡No responde! ¡Se ha quedado sin energía! Ni siquiera funciona la alarma.
-Entonces...- Ambos se miraron, con el miedo pintado en sus caras, y se giraron lentamente, apoyando sus espaldas contra la puerta del ascensor, y deslizándose hacia el suelo al unísono.- No te levantes. Por favor.
-¡Atchus!
Un estornudo hizo que Sheldon diera un salto y que mirara a su alrededor en postura defensiva mientras con una mano se tapaba la boca y la nariz con la camiseta, tratando de ubicar la habitación exacta de la que había salido aquel sonido del averno.
-Odio los hospitales...- Murmuraba retrocediendo lentamente.- ¿Por qué un hospital? Gérmenes, bacterias, virus... ¡Jeringuillas usadas y mal incineradas!- Dijo de repente frenando en seco.- No... nononononononono... ¡Aaaaaaaah! ¡Atrás, no lograrás pincharme!- Gritó girando sobre sus talones al notar un golpe contra su espalda.
-¡Sheldon!- Gritó Penny colocándose la mano sobre el corazón que le latía desbocado- ¡Me has dado un susto de muerte!
-¡Eres tú la que me ha asustado a mí! ¿Qué haces aquí?
-Yo que sé. Empecé a dar vueltas por ahí, y no encontré ningún sitio para dormir, así que seguí buscando y llegué aquí... Y odio esta luz roja, parece una película de miedo.
-¿La luz te parece una película de miedo? Eso es porque no has pasado por ese pasillo... He escuchado cosas, cosas aterradoras.
-¿Qué clase de cosas?- Preguntó mientras se encogía y se acercaba a Sheldon presa del miedo.
-Un estornudo.
-¿Un estornudo?- Preguntó Penny perdiendo ese miedo y levantando una ceja mientras Sheldon asentía.- En fin... No has encontrado nada, ¿verdad?- Sheldon negó con la cabeza.- Entonces será mejor que siga buscando... Hasta luego.
-Penny, espera...- Penny paró y le miró a los ojos, sintiendo de repente una mezcla de vergüenza y curiosidad.- Me gustaría hablar contigo sobre...
-Dijimos que no íbamos a hablar de esto hasta que Bernadette estuviera bien, de hecho, te dije que no quería volver a hablar. Será mejor que lo dejemos estar.
-Pero yo...
-¿Pero yo qué, Sheldon?
-Yo...
-Yo nada, no me sirve nada de lo que me tengas que decir. Jugaste conmigo, ¿no te has divertido suficiente?
-Pero... te mentí...
-¿Qué me qué?
-Yo... Te mentí... Estaba asustado, y yo...
-Sé claro, Sheldon, y concreto, porque lo único que quiero ahora mismo es encontrar un maldito sillón para dormir.
Sheldon tragó saliva. Era ahora o nunca, debía contarle la verdad, como le aconsejó Howard.
-Te mentí, no fue un experimento, fue un intento absurdo por evitar que las cosas cambiaran... Yo... Te-Te quiero.- Dijo mirando al suelo mientras su voz se entrecortaba, presa de los nervios.
-¿Me quieres?- El corazón de Penny dio un vuelco. Había esperado eso durante mucho tiempo, más del que había creído en un principio, pero un recuerdo amargo entró en su mente, congelando su corazón.- Ya es tarde, Sheldon. No puedo confiar en nada de lo que me digas ahora, no sé si es verdad, si es un intento por arreglar las cosas o lo que sea, pero de todas formas, no quiero estar con alguien que hace daño a la gente que teóricamente quiere para salvar su culo y no salir de su zona de confort.- Tanto Sheldon como Penny notaron cómo su estómago se encogía y las lágrimas anegaban sus ojos.- Buenas noches, Sheldon.- Añadió desapareciendo por el pasillo, mientras Sheldon se quedaba inmóvil y con la mirada perdida.
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¿Qué está pasando?
FanfictionSólo había una pregunta en la cabeza de los tres amigos: ¿Qué le pasa a Sheldon?