¿Qué está pasando?

Decisiones

-Venga Howard, no puedes seguir enfadado por la broma del trabajo...- dijo Raj en un intento de hacer las paces con su amigo- Además, tampoco dije nada malo, podría haber sido mucho peor.

-¿Como por ejemplo?- bufó Howard levantando la vista de sus tallarines.

-Podría haber mencionado que no tienes el doctorado, por ejemplo, y en ese caso Sheldon habría...- no le dio tiempo a acabar la frase, interrumpido por una mirada asesina de Howard, a la vez que caía en la cuenta de que lo había mencionado con Sheldon en el piso.

-Relájate Howard- lo tranquilizó Leonard- Sheldon está en el baño, lavándose las manos. Otra vez.

-¿Cuántas irá ya? ¿Cinco?

-No puede haberte oído con el ruido del grifo... y no Raj, van siete.

-¿Siete? ¿Cuándo me he perdido las otras dos?

-Cuando fuiste a buscar a Penny para que viniera a cenar –interrumpió Sheldon al salir del baño- y Leonard... parece mentira que después de tanto tiempo aún desconozcas mi capacidad auditiva, la cual ha sido comparada con el oído vulcaniano –dijo orgulloso enfilándose a su sitio- Howard, estas en mi sitio... -le riñó haciendo que se moviera un sitio hacia la derecha, y obligando a Raj a apretujarse contra la esquina del sofá- Voy a tener que empezar a plantearme si el hecho de que no tienes el doctorado se debe a falta de capacidad en lugar a falta de ganas de seguir estudiando...

-¡Eh! –Chilló Howard- ¿Eso a qué ha venido? –preguntó seriamente molesto.

-No te sulfures tanto, sólo digo que llevamos así más de siete años y no aprendes, es frustrante, ya sólo me queda probar... un momento... -se quedó pensativo durante unos segundos.

-Leonard.

-¿Si Raj?

-Está empezando a pensar... otra vez.

-Lo sé.

-Tengo miedo.

-Yo también... esperemos a ver qué ocurre- finalizó colocándose las gafas y mirando a Sheldon fijamente.

-Leonard...

-¿Sí Sheldon? –preguntó con cautela mirando a los otros sin comprender bien que ocurría.

-¿Dónde están los bombones y el flis-flis del agua?

-¡Ah no, de ninguna manera! –vociferó Howard mientras Raj y Leonard trataban de aguantar la risa sin conseguirlo. – ¡No vas a usar conmigo el método que usaste con Penny! ¡No soy un perro!

-Pero es un método completamente eficiente- se defendió- está demostrado que... -unos golpes en la puerta le interrumpieron- ¿Quién será?

-Debe de ser Penny

-No digas tonterías Raj, Penny nunca llama-añadió Sheldon con un tono algo sombrío que por suerte los demás pasaron por alto.

-Voy a ver –añadió Leonard levantándose y yendo hacia la puerta.

-Éste sería el punto de la película en que los zombies aparecen y nos devoran a todos... excepto al chico incomprendido, que en éste caso sería yo, que lograría escapar y salvaría a la Tierra... y a la chica- dijo Raj, en tono ensoñador.

-¿Zombies? ¿En serio? –se mofó Howard.

-Sí, zombies –se defendió Raj bajando de su nube.

-¿Y desde cuándo los zombies llaman antes de entrar?

-El ser educado no está reñido con ser un muerto viviente.

-Eso es ridículo, "disculpe señorita, ¿le importaría bajarse de los tacones para tener un mejor acceso a su cerebro?" –ironizó Howard.

Mientras tanto, Leonard fue a la puerta, y abrió, viendo a Penny al otro lado.

-Hola Penny –saludó entusiasta- nos ha sorprendido que llamaras a la puerta- bromeó haciéndose a un lado para dejarla pasar.- La cena ya está servida, hemos empezado antes para que no se enfriase y no te vas a creer la locura que ha vuelto a hacer Sheldon, estábamos en la Universidad y...

-Leonard- le cortó Penny- ¿Podemos hablar un momento?

-Mmm, sí, claro- dijo con el ceño fruncido y cerrando la puerta detrás de él.- Sólo tengo una pregunta... ¿es un "Tenemos que hablar"- dijo con una gran sonrisa- o un "Tenemos que hablar"?- finalizó con gesto triste.

-Verás Leonard... -Penny se cortó, tenía un nudo en la garganta que le impedía continuar la frase, pero debía hacerlo.

-Es el segundo "Tenemos que hablar", ¿verdad?- dijo Leonard repentinamente serio. Penny asintió.

-Te quiero, lo sabes, pero han pasado algunas cosas que no logro entender, y necesito un tiempo para aclararme... no quiero hacerte daño, al menos no más que el mínimo posible, pero necesito pensar en ello... lo entiendes, ¿verdad?- dijo del tirón, con los ojos anegados en lágrimas. Había sido incluso más difícil de lo que había imaginado.

Leonard se quedó estático, tratando de procesar toda aquella información que le había abofeteado.

-Es... ¿es por algo que haya hecho?-acertó a decir, con la voz quebrada.

-No, Leonard, en absoluto...-Penny avanzó hacia él- Leonard, yo...-No acabó la frase. Leonard levantó una mano en señal de que guardara silencio. Lo último que quería era un tópico, o alargar más el tema, sólo quería reflexionar sobre aquello, pero solo.

-Será mejor que entre...-murmuró aún desorientado- Adiós, Penny –se despidió entrando en el piso sin darla tiempo a contestar.

-Además, no entiendo por qué tienes que ser tú el chico incomprendido que se salva, ése siempre suele ser un pardillo sin éxito- continuaban discutiendo Howard y Raj mientras Sheldon había dejado la comida intacta en el plato y miraba a la puerta, esperando lo peor.

-Pues por eso –se defendía Raj.

-No es por nada, pero si te fijas bien, de aquí nos podríamos salvar cualquiera.

-Howard, no puedo hablar con las mujeres excepto cuando estoy ebrio, que resulta que es cuando me vuelvo un cretino... ¿sabes cuánto hace que no hecho un polvo?

-En eso tienes razón –cedió Howard- definitivamente tu eres el pardillo que se salvaría –Le concedió mientras Raj sonreía todo lo que podía, sin caer en la cuenta de las connotaciones que tenía el salvarse. -¿Ha pasado algo? –preguntó al reparar en la presencia de Leonard.

-Penny me ha dejado.