- ¡La he visto escondida en el bosque! -Aseguró un leñador de espesa barba y holgado traje a cuadros.
- ¡Esa joven está con aquel horrible monstruo!
- ¡Se llama Selene! ¡Mi hija jugó varias veces con ella! -Dijo horrorizada una mujer.
- Debemos detenerla. Probablemente está planeando traerlo y atacar la comarca -Comentó con desesperación una campesina.
Una pequeña multitud se hallaba reunida en aquel restaurante donde Emilie había disfrutado de su primera comida en la comarca. La dueña estaba muy angustiada y no podía creer que aquella tímida y amable jovencita tenía relación alguna con el temible hombre lobo.
- ¡Mañana estemos preparados! -Propuso una mujer de grandes y feos dientes que recogía su cabello con un pañuelo gris.
- Unámonos para atraparla.
Gaspar, el bandido que había robado a Emilie, se postró sobre la mesa más grande y lideró el grupo.
- Mañana la atraparemos y haremos que nos lleve hacia el lobo. Así podremos matarlo y no viviremos con el miedo a que él nos devore.
Y alzando su espada, gritó.
- ¡Acabaremos con el hombre lobo!
Él ocultaba sus verdaderas intenciones. Quería secuestrar a la joven y vengarse.
La bruja Amatista caminaba en el bosque buscando a Thanos.
- Ven a mi, pequeño lobo -Dijo con su maléfica voz.
Éste le escuchó en la lejanía. Su olor era muy característico, similar al de flores secas quemándose. Corrió con desesperación siguiendo el aroma hasta que la encontró. Ella estaba sonriente.
- Con que aquí estás.
- ¿Qué quieres? -Preguntó él.
Sorprendida dio un paso atrás.
- ¡Puedes hablar! -Gruñó.
Él permaneció en silencio. Sabía que se había equivocado y debía callar.
- ¿Quién te ha concedido ese don?
Thanos gruñó mostrando sus gruesos colmillos.
La bruja miró su cuello y notó que de éste colgaba un trozo de diamante que brillaba ligeramente.
- L-la Luz de Diamante... -Tartamudeó- Alguien te la ha debido de dar... ¡¿Quién?! -Preguntó rabiosa.
Él se abalanzó sobre la malvada hechicera y ella se defendió encerrándole en una burbuja. Rápidamente él la hizo estallar, escapando de su poder.
- No puede ser... están saboteando mi plan -Pensó totalmente consternada- Todo iba marchando de maravilla y de repente él puede hablar.
La presencia de la criatura era imponente. Ella temió que podía ser derrotada si se enfrentaba y desapareció, dejando su purpúrea estela.
- ¡Demonios! -Pensó la bruja- ¡No importa! Ella no se atreverá a salir del castillo.
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Emilie y el Hombre Lobo
LobisomemCansada de las restricciones, Emilie logra cumplir su más grande anhelo: salir del castillo. Si tan solo hubiese sabido por qué le era prohido hacerlo, probablemente no se hubiese atrevido...