Mi Profesor (jungkook y tu) 1 y 2

CAPITULO 2

Sonó la campana y sentí la necesidad de salir del salón a toda prisa. El salón de clases nunca ha sido bueno conmigo. No quería saber nada más de esto, adiós.

- Oh, ¿señorita, ____? - demonios, el profesor. Sentí tanto frío del susto, ¿Qué hice ahora?

- Si, dígame, profesor Jeon - intenté no tartamudear como estúpida. Después, tragué saliva.

- Necesito hablar con usted - me ordenó con un tono suave, de esos que sabes que es una orden pero que no quiere sonar tan severo. Yo sentí escalofríos terribles.

Los chicos del salón comenzaron a mirarme de nuevo, burlándose de mí, diciendo estupideces como: "EA EA EA" Sentí tanta vergüenza que seguramente me quedé helada, bueno, sí, no podía moverme por mas que quisiera.

Claramente Hyuna no se quedó atrás y se encargó de que mirara su mirada amenazante.

- Si te quedas, te mueres - me susurró mientras caminaba hacia la puerta de salida - ¿entendiste, zorra? - eso lo dijo con tanto desprecio, como si fuera la peor mierda de todas.

Me apresuré a contestar-

- Pero Hyuna, es el profesor... - me lamenté.

Se detuvo y con descaro alzó una ceja haciendo una mueca burlona y escéptica. Lanzó una de sus típicas risillas de chica mala popular de preparatoria.

- Pues me importa una mierda. Yo sé que quieres con él, zorra asquerosa, se te ve en la cara - estaba molesta, y yo aun no me podía mover. Todos se hacían los ciegos, siguiendo con lo suyo y el profesor guardaba sus papeles y cosas de profesor, yo creo que no se estaba percatando lo que estaba pasando conmigo y Hyuna en estos momentos - Solo déjame decirte una cosa: Si él se va con alguien, ese alguien seré YO, ¿captas? - sonrió de manera lunática.

¿¡Pero cómo puede pensar que soy un obstáculo!? ¡además! Es el profesor, yo sé que eso es incorrecto. No me dejó ni continuar.

- Pe...pero... es el profesor.

- Estás advertida - murmuró y después batió su cabello rojo y con olor a Chanel para retirarse del salón, dejándome ahí quieta y asustada. Yo sabía que algo andaba mal con ella, tengo miles de razones para temerle.

Su bolita de perros falderos fue detrás de ella. Miré al profesor de reojo, y no, no quería tener problemas con el diablo, así que decidí que sería mejor pasar desapercibida; así saldría rápidamente para que no pudiera detenerme y quedaría salvada.

Si este plan me fallaba, sería mi fin.

A paso rápido, la puerta cada vez se acercaba más y más. Logré sonreír porque por fin algo estaba saliéndome bien. Iba a lograrlo, ¡sí! Iba a lograrlo. Estaba a un centímetro de la puerta y solté un suspiro.

- ¿señorita? - habló el profesor y me detuve como piedra. Cerré los ojos porque quería evitarlo, pero no pude. NO PUDE, me atrapó - ¿puede venir por favor? - su forma tan correcta de hablarme hacía que no pudiera negar a salir por aquella puerta.

Así que volteé.

- Dígame, profesor - dije rendida. Eché un vistazo a la puerta y ahí estaba Hyuna, mirándome con una sonrisa que decía "Lo hiciste, infeliz", estaba claramente esperando a que saliera para darme la merecida golpiza.

Ya no me sentía tranquila para nada. lo único que quería era salir de ahí corriendo. Pero a la vez no, porque me atraparían y sería lo mismo. Aunque tampoco me podía quedar en el salón con el profesor.

Ni modo.

- El subdirector Min me dijo que usted llega tarde... - hizo una mueca tratando de calcular cuantas veces yo llegaba tarde - la mayoría de las veces.