Mi Profesor (jungkook y tu) 1 y 2

CAPITULO 14

Bajaron del carro riendo. Hablado mucho de cosas graciosas, tratando de pasar de largo lo ocurrido anteriormente. A _____ le parecía cómodo estar con él, se sentía FELIZ, se divertía, podía ser ella misma, se sentía protegida, eso sobre todo. 

El sentimiento era mutuo, pues él quería que ella sintiera todo aquello. Entraron juntos a la cafetería. _____ ofreció esa cafetería en especial, fue la primera a la que fue y cuando su abuela vivía iba con ella, para ella, eso tenía un valor importante y siempre va allí.

-Si quieres busca una mesa y yo pido los cafés- dijo Jungkook mirándola tiernamente mientras ella esta volteada (no se dio cuenta que él la miraba. oh, destino). 

-¿Qué decías?-preguntó ella mirándolo. Él fugazmente quitó aquella mirada.

-Que... si quieres busques una mesa. Yo ordeno.
-¡Oh! Claro que sí, búscame arriba- dijo y apurada subió las escaleras. Entonces rio- ¡me siento un chico!- gritó desde arriba.

Jungkook rio por el comentario. Pidió el café y esperó a que se lo trajeran. Cuando los traía ya en las manos, recordó que ___ le había dicho que lo esperaba arriba. 

Fue a echarle azúcar, leche y todas esas cosas sabrosas que le puedes echar al café.

Así que... impacientemente corrió por las escaleras. Se asustó al ver nada arriba, era solamente una puerta al final de un pasillo largo. Curiosamente se acercó y la abrió. 

-¿_____?-preguntó y entró. O más bien, salió, pues eso era el techo de la cafetería. 
-¡bu!-gritó ella detrás de él. 

Jungkook empezó a reírse. 

-¿te asustaste?- preguntó ella y la risa del chico fue más intensa.

-¡pero claro!-respondió- su café señorita- se lo entregó.

____ lo probó y lo saboreó con los ojos cerrados, tal pareció que lo había disfrutado.

-¡¿Cómo sabes que es mi favorito?!

-Sabía más o menos al que tenías en tu casa... te lo preparé yo mismo-sonrió

-Tú si sabes...- contestó.

Jungkook caminó un poco, el aire le movía el cabello, tan sedoso y brillante. Respiró aquel aire—contaminado por la gente—y lo expulsó de sus pulmones, según su rostro, le había encantado el lugar. Es muy sereno y el edificio de alado habita un señor que practica jazz de vez en cuando y puedes escuchar su saxofón.
-Me encanta...- susurró- ¿lo encontraste?

-Así es- contestó ella- bueno, lo descubrí después de que empecé a pasar mis días aquí, bueno, la mayor parte de ellos.

-¿tanto es tu amor al café?

-No, bueno, aparte..., es solo que solía venir con mi abuela aquí, y cuando se fue... pues, venía aquí siempre para recordarla. 

Al decir eso, Jungkook se sintió un poco incómodo, frunció los labios.

-Y... ¿ya no vienes tan seguido?- preguntó

-No... 

Los dos caminaron y se acercaron a la orilla, un paso más y en unos segundos estas en el piso. Se sentaron en la orilla y movían los pies en el aire. Escuchando al vecino tocar el saxofón. 
-Vaya...-dijo Jungkook .

-¿Qué?

-Es muy tranquilo aquí- ____ asintió y le dio un sorbo a su café- oye... ¿no importa si llegas tarde a casa?-preguntó

-Mis padres llegan del casino el domingo en la noche, no creo que se enteren. 

-Excelente- sonrió- me gustaría que el fin de semana no acabe nunca.

Narra ____:

-Me gustaría que el fin de semana no acabe nunca- dijo Jungkook . 

Me pareció lindo el tono en que lo dijo. Parecía un niño pequeño, y enojón. Ambos nos quedamos en silencio, mirando a la gente que pasaba. Cada que pasaba una pareja ambos gritábamos desde arriba: "¡tortolitos!" y después corríamos a escondernos. 
Era un acto inmaduro de ambos, y más de él, pero en verdad eso no importa, porque la estábamos pasando bien, no, de maravilla. Se hizo más tarde y mientras más tarde, menos gente aparece por las calles, así que se escuchaba aún más fuerte el señor del saxofón. 

Esa música me relajaba, y empecé a considerar venir aquí a leer, tranquila, sin nadie que me moleste. Jungkook se levantó, lo miré pero rápido desvié la mirada. Seguía moviendo mis pies. 

La música del señor paró y como solía, puso uno de sus disco "baladas" para relajarse y hacer no sé qué. Los vecinos parecían estar molestos con él, ponía su música a todo volumen y para algunos es irritante. Él aun así se queda, no parece importarle. 

Movía mi cabeza al son de la música. 

-¿quieres bailar?-me preguntó. Sonreí y me volteé para mirarlo. 

Él estaba con su mano estirada, quería que la tomara. Me levanté y tome su mano, nos pusimos a bailar un poco. Era divertido, Jungkook tenía los dos pies izquierdos, y cada que tenía la oportunidad, me pisaba terriblemente. 

-Lo siento- repitió, era la octava vez que se disculpaba. 

-Sí, discúlpate con mis pies- hice un puchero- los van a amputar por tu culpa- dije y rei.

La puerta se abrió de repente y los dos nos giramos y nos alejamos uno del otro. 

-¿mamá?-pregunté.

Se veía furiosa, podría jurar que me mataba con la mirada. Y si las miradas mataran, yo estaría en una tumba al fin. Ella se acercaba a mí apretando la mandíbula, su enojo podría distinguirse a leguas. Se acabó mi momento de felicidad.